El gobernador Miguel Barbosa puso el dedo en la llaga. El control administrativo y académico de la UDLAP lo tiene la gente a fin a la Fundación Jenkins y al ex rector Luis Ernesto Derbez.
La universidad no está tomada, enfatizó el mandatario. Si no están en clases presenciales es por decisión de ellos.
Incluso, dejó en claro que dichos personajes manejan todos los recursos.
“Nadie está impidiendo el funcionamiento de la universidad”, recalcó.