Con goyas, relatos de quienes convivieron con él y palabras de agradecimiento de catedráticos, la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) despidió al historiador Miguel León-Portilla, quien murió el 1 de octubre a los 93 años.
Al homenaje póstumo, en el Centro Cultural Universitario, acudieron ex rectores, amigos, familiares, estudiantes e investigadores, entre ellos su compañera de vida, Ascención Hernández.
«Se nos fue el duelo de la tinta negra (…) no para siempre en la tierra maestro, siempre aquí», expresó Ana Carolina Ibarra, directora del Instituto de Investigaciones Históricas de la UNAM.
Sobre quien también fue investigador emérito, Doctor Honoris Causa y miembro de la Junta de Gobierno de la máxima casa de estudios, se agradeció su labor en la difusión del universo prehispánico.
En el escenario que fue ataviado con flores multicolor, Eduardo Matos Moctezuma, Doctor Honoris Causa, resaltó que era un hombre sencillo que en alguna ocasión se le preguntó su parecer sobre su trayectoria, a lo que contestó: «¿Cuáles logros?».
También destacó los textos con los que glorificó a los pueblos originarios de México y su filosofía náhuatl.
«Lograste dar rostro a los poetas del mundo náhuatl», enlistó.
Resaltó que entre los mayores aportes estuvo impulsar el cambio de ideología para en vez de utilizar la frase histórica «descubrimiento de América» se usara «encuentro de dos mundos».
Refirió que León-Portilla consideraba que la primera implicaba una carga egocentrista y la segunda era más apegada a la realidad histórica .
Al micrófono indicó que su casa de estudios lo acompañó hasta el final de sus días.
«En tu féretro fueron colocados la bandera de México y el emblema de nuestra Universidad», indicó.
«Los grandes hombres nunca mueren, perduran en el tiempo a través de tus obras».
Su alumno, Francisco Morales Baranda, destacó su gran legado.
«Si tú pudieras ver a tus discípulos, a tus amigos, a tus compañeros de trabajo, yo sé que estarías satisfecho», manifestó.
«Estoy seguro que cada uno de nosotros, los que nos encontramos aquí, los que te conocimos tenemos una lágrima contenida que nos asfixia. Los hombres valen por el hueco que dejan y el tuyo va a ser difícil, casi imposible llenar».
Entre los invitados estuvieron ex rectores como Guillermo Soberón Acevedo, José Sarukhán Kermez y José Narro.
También asistió Mario Humberto Ruz Sosa, director del Instituto de Investigaciones Filológicas; Mercedes de la Garza Camino, investigadora emérita, y Vicente Quirarte Castañeda, miembro de la Junta de Gobierno de la UNAM.
Fuente: Reforma