La leche materna es la mejor fuente de nutrición, ya que, al fortalecer el sistema inmune, disminuye el riesgo de infecciones, principal causa de mortalidad durante los primeros meses de vida, afirmó la investigadora del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), Mishel Unar Munguía.
Al participar durante el tercer día de los trabajos por el Día Mundial de la Obesidad que lleva el lema “¡Necesitamos actuar!“, señaló que la alimentación con leche materna es el mejor alimento que se puede ofrecer a la persona recién nacida, además protege su salud y la de la madre al reducir los riesgos de hipertensión arterial, infarto al miocardio, cáncer de ovario y endometrio, así como depresión posparto.
Enfatizó que para contar con un entorno favorable para la lactancia materna se requiere de personal médico capacitado, hospitales obstétricos que participen en la iniciativa Hospital Amigo del Niño y de la Niña, que promueve la lactancia materna exclusiva y la modificación de la legislación para incrementar la licencia de maternidad de 24 a 26 semanas; e incluir a las mujeres que laboran en el sector informal.
También es necesario modificar el marco normativo para garantizar ambientes libres de cualquier tipo de publicidad de sustitutos de leche materna, a través de la prohibición del patrocinio, publicidad y promoción de alimentos infantiles que no cumplan los criterios establecidos por la Organización Mundial de la Salud (OMS), y de la promoción y entrega gratuita de SLM y alimentos infantiles en instituciones de salud.
Al presentar los resultados del estudio Ganancia de peso excesiva durante el embarazo como predictor de obesidad infantil, la investigadora en Ciencias Médicas del INSP, Lucía Hernández Barrera, destacó que el sobrepeso gestacional aumenta los depósitos del tejido adiposo y provoca mayor transferencia de grasa al feto.
Explicó que los resultados del seguimiento durante siete años a 948 binomios madre-hijo mostraron que existe relación directa de la obesidad pregestacional y la ganancia de peso gestacional con el sobrepeso y obesidad de niñas y niños, por lo que es indispensable establecer acciones que modifiquen estos factores para la prevención y control de este problema de salud.
En el conversatorio “Mamás profesionistas, de la ciencia a la teta”, expertas en el tema coincidieron en que las y los profesionales de la salud de primer contacto juegan un importante papel en la práctica de la lactancia materna informando a la madre los beneficios que conlleva como la prevención de obesidad y las Enfermedades Crónicas no Transmisibles (ECNT).
Las especialistas señalaron que no existe una fórmula infantil que contenga la combinación adecuada de proteínas y vitaminas para el adecuado crecimiento y desarrollo en los primeros mil días de vida; ningún SLM puede igualar o superar la leche materna.
Durante el conversatorio “Es que no le gustan las verduras, retos en la alimentación complementaria e infantil”, profesionales de la salud informaron que la introducción de alimentos diferentes a la leche materna debe ser a partir de los seis meses de edad y de forma gradual para que satisfaga las necesidades nutrimentales de las y los bebés, empezando con verduras y frutas para que empiecen a identificar nuevos sabores y los acepten, haciendo enfásis en que se requieren diversas exposiciones al mismo alimento para lograr su aceptación.
Los alimentos ultrapocesados son productos modificados y manipulados con sabores artificiales que son atractivos para la niñez, pero pueden afectar su salud, fomentar el sobrepeso y la mala nutrición, además de habituar a los sabores dulces, señalaron.