El magistrado de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (TEPJF), Reyes Rodríguez Mondragón, señaló que, de acuerdo a la experiencia, por lo general las fake news no están teniendo impacto en los procesos electorales.
Al moderar los trabajos del Panel de análisis y discusión de las sentencias del TEPJF “El debate de las noticias falsas en las E-lecciones (fake news)”, Rodríguez Mondragón indicó que se observa es que las diferencias sociales o las diferencias en la opinión pública se pueden polarizar.
“La polarización está incentivada por una falta de educación para verificar fuentes, para investigar, para poder corroborar las ideas o lo que estamos observando a través de las redes sociales a través de otros medios”, subrayó durante su intervención en el Panel que se llevó a cabo en el marco del Observatorio Participación Ciudadana y Cultura de la Transparencia y la Legalidad. E-lecciones en tiempos de Internet.
El magistrado analizó con los asistentes el asunto en el que la Sala Superior resolvió una controversia derivada de una sentencia emitida por la Sala Regional Especializada, en la que sancionó a la persona moral Wikinoticias por la transmisión de un video en donde estaba, en ese entonces, el precandidato Ricardo Anaya Cortes, y en la que se anunciaba que declinaba por el entonces precandidato José Antonio Meade Kuribreña.
“Al analizar los hechos de este caso, encontramos que encaja en la categoría de desinformación y primicia falsa, la que estaba pretendiendo dar Wikinoticias y claramente era un formato de video dirigido a llamar la atención y la pregunta es si esto podía dañar o no las preferencias electorales. Observamos que no produjo las llamadas cascadas de información en las redes y no generó un intercambio de opiniones con terceros, por lo cual es muy poco probable que se haya vuelto de conocimiento popular o de un conocimiento en redes sociales que ameritaba inclusive alguna verificación o que alguna agencia, como fue verificado 2018, revisara el contenido y determinara o verificara su falsedad”, dijo.
Jordi Barrat Esteves, de la Universidad Rovira i Virgili en Tarragona España, señaló que noticias falsas es un término reciente de tendencia actual que se refiere a generar información falsa o la reproducción de una falsedad que aparente refleja una noticia o una realidad que puede ser difundida a través de Internet u otros medios de comunicación, con el objetivo influir en opiniones vinculadas con cuestiones públicas, como por ejemplo, temas políticos o electorales.
“Lo novedoso no es tanto que haya noticias falsas, sino la manera en la que se difunden a determinados grupos muy específicos de población, y ahí relaciono las noticias falsas con un problema que también es muy importante y, quizás más importante que las noticias falsas, pero que está muy relacionado, que es el de la segmentación de la opinión pública. ¿Cuál es realmente lo novedoso de las noticias falsas? No la propia existencia de noticias falsas, sino utilizar esa técnica, la desinformación de la rumorología con objetivos particularizados muy concretos”, recalcó.
Barrat Esteves precisó que la intención no es lanzar la noticia falsa al aire, sino que “utilizando lo que la tecnología me permite, voy a dirigir esa noticia falsa que he creado a ese segmento concreto de la población, porque yo sé que lo piensa y sé que con esta noticia falsa yo voy a reforzar parte del planteamiento ideológico, parte de las ideas que tiene ese segmento”.
Por su parte, Elena Bindi, profesora asociada de Instituciones de Derecho Público de la Universidad de Siena, indicó que es necesario regular la red de gobernarse a sí misma, por lo que es muy importante que se transite e incentive impulsar regulación ciudadana y se garantice las condiciones para que se pueda ejercer el derecho constitucional a la réplica formal.
En este sentido señaló que esta posibilidad le genera dudas, porque en ello habrá una mezcla entre los conceptos de libertad de expresión, libertad de información, honor, privacidad, calumnia, que en un momento pueden afectar a una persona sea una figura pública o no.
“Evidentemente, una figura pública está más sometida a críticas, pero no por ser figura pública tiene que estar sometida a datos erróneos, a datos falsos; esto es, sea figura pública o no sea figura pública, lo que es calumnia es calumnia y lo que es información veraz es información veraz y lo que no es información veraz no es información veraz”, puntualizó.