Severo varapalo al intento de Dani Alves de que el tribunal le reduzca la pena en caso de condena. Dos psicólogas, propuestas por la defensa de Alves, han tenido que admitir este miércoles que el jugador “sabía lo que estaba sucediendo” la noche de los hechos pese a haber consumido varias bebidas alcohólicas. Las preguntas de la fiscal Elisabeth Jiménez y la abogada de la víctima, Ester García, han sido claves para que el alegato de la alcoholemia haya quedado dañado.
Ante la sección 21ª de la Audiencia de Barcelona ha continuado este miércoles el juicio contra Dani Alves, a quien la Fiscalía pide nueve años de cárcel por agredir sexualmente a una joven en un baño de la discoteca Sutton. La acusación particular de la víctima eleva la pena a 12 años y la defensa solicita la absolución. El jugador declarará esta tarde.
En el juicio por agresión sexual contra Dani Alves han hablado la victima, su amiga, su prima, trabajadores y responsables de la discoteca Sutton, mossos d’esquadra que acudieron al local. Faltaban por desfilar ante el tribunal los peritos del caso. Los forenses del Hospital Clínic y del juzgado han chocado con los contratados por parte de Alves, que han arremetido con contundencia contra la víctima, a la que han cuestionado su relato de agresión sexual.
Mientras la declaración de los peritos del juzgado se ha desarrollado en los términos habituales de las periciales médicas (han explicado las pruebas que hicieron a la joven, su estado emocional y sus conclusiones), la pericial de parte, en especial la psiquiatra contratada por Alves, ha incurrido en muchas más valoraciones y opiniones. La psiquiatra y el médico no solo han cuestionado a la víctima, sino también la forma de trabajar de sus colegas.
Pero la sorpresa ha llegado con la última pericial, la de dos psicólogas contratadas por la defensa de Alves para apuntalar la atenuante de alcoholismo en caso de resultar condenado, lo que le serviría para rebajar la pena.
A preguntas de la defensa de Alves, que ejerce la letrada Inés Guardiola, las psicólogas han explicado que Alves consumió ese día cinco botellas de vino y una de whiskey en un restaurante, un gintonic en un bar y seis copas de cava en la discoteca Sutton. La ingesta de alcohol, han insistido las peritos, le hizo tener un “comportamiento mucho más sociable”.
En el contrainterrogatorio, la fiscal y la abogada de la víctima han dado una clase práctica de cómo desmontar a un perito de parte. La fiscal ha logrado que las psicólogas admitieran que no saben cuántas de las botellas de vino se bebió Alves, ya que solo cuentan con el ticket del restaurante y el jugador iba con cinco amigos. “No podemos saberlo”, han terminado por admitir las peritos.
Para remachar, a preguntas de García, las forenses han reconocido que la factura del restaurante se la proporcionó la letrada de Alves este pasado mes de enero, lo que apuntala el alegato de que el del alcohol es un elemento introducido a última hora y que debe quedar apartado de la sentencia del caso. Preguntadas por García por los efectos de la ingesta de alcohol, las peritos han tenido que admitir que no eran tan graves: “Sus capacidades cognitivas estaban levemente afectadas, sabía qué estaba bien y mal, sabía lo que estaba sucediendo”.
Crédito: eldiario.es
Foto: Dani Alves, el primer día de juicio EUROPA PRESS