Las Fuerzas Armadas corren el riesgo de perder ese voto de confianza por parte de la ciudadanía, ya que debemos recordar que son un baluarte y un logro de la política reciente mexicana, el haberse consolidado como una institución confiable, leal y como una institución que se mantenía al margen de la política.
Para el cuerpo académico del Decanato de Ciencias Sociales de la UPAEP es preocupante la situación que impera en el país con respecto a la concentración del poder, el desprecio por los órganos autónomos y el desprecio hacia los medios de comunicación y los asaltos a instituciones educativas como la UNAM, el CIDE, y la UDLAP en Puebla, son situaciones que no se deben pasar por alto, manifestó Herminio Sánchez de la Barquera y Arroyo, Decano de Ciencias Sociales de esta universidad.
Lo mismo está sucediendo con las Fuerzas Armadas, primero con el discurso del 20 de noviembre del General Secretario de la Defensa Nacional (Luis Cresencio Sandoval González), que con su discurso, pasó una línea tenue porque “ya se apropió del vocabulario de la autollamada cuarta transformación, que está llamando a un proyecto que no tiene nada que ver con algo sexenal, es decir, estamos en un proceso de intento de cambio de régimen que va más allá de un periodo sexenal”, lo cual resulta también preocupante, señaló Sánchez de la Barquera.
Dijo que otra situación que debe ser preocupante para el país es el blindaje con que se está moviendo el actual gobierno federal para informar qué obras, cómo está gastando los recursos, además de que las Fuerzas Armadas de México como la Marina y la SEDENA, no son los “campeones de la transparencia y no son fácilmente auditables, son bastante opacas en el manejo de sus recursos”.
Agregó que el hecho de que estén “blindadas” de cualquier proceso jurídico o de cualquier rendición de cuentas, es preocupante porque no sólo puede provocar problemas de corrupción entre las Fuerzas Armadas o pueda significar una violación a la Constitución mexicana.
En su intervención, Valente Tallabs González, Director de la Facultad de Ciencia Política y Gobierno de la UPAEP, subrayó que el papel de las Fuerzas Armadas como herramienta de estado, tiene su razón de ser, que es salvaguardar la seguridad nacional, ahora mismo está enfrentando problemas de identidad y respeto por parte de la sociedad.
Señaló que la posible desnaturalización que están enfrentando las Fuerzas Armadas en cuanto a la asignación de tareas no convencionales, que cada vez son más, y más atípicas, le van restando identidad, además de la desafortunada declaración del Secretario de la Defensa Nacional en su discurso del pasado 20 de noviembre, con motivo del aniversario de la Revolución Mexicana, apunta a un fenómeno que tiene que ver con una conceptualización con lo que entendemos por seguridad y que al final, este vacío conceptual, genera este tipo de distorsiones entre los ciudadanos.
Tallabs González, expresó que en las últimas décadas se ha ido desvirtuando la función esencial para la cual fue creado el ejército, participar en la defensa exterior de la nación y promover la seguridad nacional y que en los últimos años se ha empleado en tareas de seguridad interior y hasta en asuntos de seguridad pública.
Reiteró que las Fuerzas Armadas no son como cualquier otra institución de la administración pública federal, es decir, tienen una categoría distinta y además es armada.
Acotó que de seguir con esta sinergia, las Fuerzas Armadas, corren el riesgo de perder ese voto de confianza por parte de la ciudadanía, ya que debemos recordar que son un baluarte y un logro de la política reciente mexicana, el haber consolidado una institución confiable, que ofrece lealtad y que era una institución que se mantenía al margen de la política y que la sociedad no lo puede permitir y que no se debe perder, porque también se está usando como el último recurso frente al fracaso de lo civil.
Recordó que las Fuerzas Armadas no están para suplantar y cubrir deficiencias de otra índole. Entender que su participación debe de ser de manera extraordinaria, de manera regulada, fiscalizada, subordinada y complementaria y se puede observar que nada de eso está sucediendo.
Mientras que José Rafael Grijalva Eternod, catedrático de la Escuela en Relaciones Internacionales de la UPAEP, apuntó que no se debe perder de vista que en los últimos años “podemos observar una institución que tiene una lógica, que no embona frente a una problemática que tiene otra lógica”, en donde no solo tiene que ver con las políticas que está tomando el Estado mexicano desde hace tiempo atrás, sino que tiene que ver con un perfil, una tendencia al menos regional y que también se está presentando en otras partes del mundo.
Dijo que se puede apreciar un contexto de un creciente autoritarismo, quizá una especie de reacción a estas terceras y cuartas olas democráticas que se dieron a finales de los noventas y principios del Siglo XXI. Y esta situación nos obliga a que desde la academia es que nos re-preguntemos y repensemos cuál es el papel de las Fuerzas Armadas.
Agregó que se pueden observar tres dimensiones desde las cuales abordar esta problemática del ejercicio de las Fuerzas Armadas; desde el punto de vista jurídico en donde uno se preguntaría si es constitucional las funciones que realizan las Fuerzas Armadas en México; desde lo político, cuál es la relación con el poder que tienen las Fuerzas Armadas y una tercera, desde el punto de vista sociológico, preguntándonos si son eficaces estas políticas para dicho ejercicio.
Por último, Grijalva Eternod, señaló que lo que está pasando con el gobierno de Andrés Manuel López Obrador es alarmante, es preocupante y va camino a un autoritarismo evidente, pero no es algo que sucediera de manera distinta en el gobierno de Peña Nieto o de Felipe Calderón, incluso antes, lo que pasa, es que ahora este es el resultado de lo que se ha ido caminando en los últimos años en el campo de la política.