El entorno agradable generado por viviendas bien mantenidas beneficia a las familias y ocupantes, destacando la importancia de prolongar la vida útil de estas inversiones.
Con el tiempo y la exposición al medio ambiente, los materiales de construcción pueden degradarse, lo que hace crucial mantenerlos en condiciones óptimas para prolongar su vida útil, principalmente en viviendas y diferentes tipos de construcciones. Por ello la necesidad de invertir de manera adecuada los ingresos adicionales con que cuentan las personas, señaló Pedro Luis Díaz Bermúdez, director de la Facultad de Ingeniería Civil de la UPAEP.
«Estamos en una época en la que los ingresos adicionales, como los aguinaldos, son relevantes. Por ello, es fundamental invertir de manera inteligente, y una de las recomendaciones clave es el mantenimiento preventivo de viviendas e inmuebles», afirmó Díaz Bermúdez.
Resaltó que el mantenimiento preventivo evita gastos adicionales en reparaciones correctivas, que pueden requerir servicios especializados y resultar en costos mayores. Además, señaló que el entorno agradable generado por viviendas bien mantenidas beneficia a las familias y ocupantes, destacando la importancia de prolongar la vida útil de estas inversiones.
«La formación de profesionistas en nuestra Facultad tiene como objetivo principal la contribución hacia la sociedad, y el tema del mantenimiento de viviendas cobra gran relevancia en esta misión», agregó Díaz Bermúdez.
Con más de 50 años de historia, la carrera de Ingeniería Civil en la UPAEP ha consolidado su prestigio, contando con egresados que ocupan roles destacados en empresas y gobiernos.
Eduardo Ismael Hernández, profesor de la Facultad de Ingeniería Civil de la UPAEP, habló de los requisitos técnicos que la Comisión Nacional de Vivienda establece para lograr viviendas dignas y resilientes en México.
Enfatizó la importancia de los estudios preliminares de ingeniería al planificar la construcción de viviendas. Señaló que conocer las características del suelo mediante estudios de mecánica de suelos y de hidrología es crucial. Estos estudios permiten evaluar la capacidad del suelo, la posibilidad de inundaciones y el riesgo sísmico, considerando la alta actividad sísmica en México.
«La identificación del sitio es fundamental, asegurándonos de que no esté en zonas de alto riesgo ante fenómenos naturales. Esto implica una estrecha relación con los urbanistas para planificar el crecimiento de las ciudades de manera segura y sostenible», subrayó Ismael Hernández.
Además, destacó la importancia del diseño arquitectónico adecuado para garantizar la habitabilidad y la seguridad de las viviendas. Refirió la labor de los arquitectos en la distribución de espacios y en la consideración de estándares actuales relacionados con la sustentabilidad y el ahorro energético.
«La pandemia reciente ha destacado la necesidad de replantear los escenarios futuros en el diseño arquitectónico. La ventilación adecuada y el uso eficiente de los espacios se vuelven cruciales para enfrentar situaciones como la que vivimos», comentó Hernández.
En cuanto a la seguridad estructural, el profesor enfatizó la necesidad de cumplir con los estándares establecidos en las normativas y reglamentos de construcción. La vivienda debe ser capaz de resistir eventos perturbadores y, en caso de sufrir daños, debe permitir su uso inmediato después del suceso.
La calidad de los materiales y los procedimientos constructivos también fueron resaltados como requisitos fundamentales para la resiliencia de la vivienda. Ismael Hernández destacó que estos deben cumplir con estándares especificados por los fabricantes, garantizando así la seguridad y el confort de los ocupantes.
«La resiliencia de una vivienda también radica en respetar las condiciones locales y culturales. Es crucial adaptar el diseño y los materiales a las costumbres y usos específicos de cada región en nuestro diverso país», añadió el profesor.
Finalmente, Hernández subrayó la importancia del mantenimiento regular de las viviendas para preservar su calidad y resiliencia a lo largo del tiempo. Estableció la necesidad de realizar revisiones periódicas para garantizar que las viviendas se mantengan en condiciones dignas y seguras frente a la naturaleza y el uso cotidiano.
Mientras que Ismael Salgado Salazar, egresado de la Facultad de Ingeniería Civil de la UPAEP, abordó con detalle la importancia de un adecuado programa de mantenimiento en las edificaciones. Dividiendo el mantenimiento en tres categorías, ordinario, preventivo y correctivo, ofreció ejemplos concretos para ilustrar la relevancia de cada uno en la preservación de las viviendas.
Destacó la necesidad de no subestimar el mantenimiento ordinario, que incluye acciones comunes como la limpieza de espacios y el cuidado de detalles aparentemente simples pero cruciales para la calidad de vida en una vivienda. Asimismo, resaltó la importancia del mantenimiento preventivo, que implica realizar revisiones periódicas y atender posibles problemas antes de que se conviertan en situaciones mayores.
«Hoy en día, vemos problemas en las construcciones que muchas veces son ocasionados por la falta de un programa de mantenimiento adecuado. Es esencial entender que el mantenimiento va más allá de las reparaciones, es una inversión en la durabilidad y el bienestar de la vivienda», expresó Salgado Salazar.
Entre los ejemplos de mantenimiento preventivo, mencionó la revisión de instalaciones eléctricas, sistemas hidráulicos y drenajes, así como la atención a fisuras en fachadas y el barrido regular de azoteas para evitar acumulación de suciedad y plantas no deseadas.
Además, el egresado de la UPAEP hizo énfasis en el mantenimiento correctivo, necesario cuando problemas previos han sido descuidados o ante eventos como sismos o huracanes que pueden generar daños significativos. En este sentido, invitó a la comunidad a tomar medidas rápidas y a buscar la asesoría de profesionales en ingeniería para evaluar y corregir situaciones que comprometan la estructura y seguridad de las viviendas.
«Es fundamental intervenir de manera oportuna ante problemas, como fisuras, para evitar que se conviertan en situaciones más serias. La seguridad de nuestras viviendas depende en gran medida de la atención que les brindemos», afirmó Salgado Salazar.
Concluyó su participación reiterando la importancia del cuidado y mantenimiento de las instalaciones eléctricas, drenajes y estructuras, subrayando que estas acciones no solo preservan la inversión en la vivienda, sino que también contribuyen al bienestar y seguridad de quienes la habitan.