Le envió 65.000 mensajes a un hombre después de la primera cita, lo acosó y lo amenazó porque «el amor es una cosa excesiva»

“El amor es una cosa excesiva” y para la persona enamorada, obsesionada o loca nada es demasiado a la hora de lograr al ser amado. O eso, quizá, es lo que pensó Jacqueline Claire Ades cuando conoció a quien para ella era su perfecta media naranja y se abocó a retenerla a como diera lugar.

Pero llegó a extremos impropios y de naturaleza presuntamente delictiva que la condujeron a ser objeto de una demanda judicial en su contra y a desatar una pesadilla para su ‘amada víctima’.

De acuerdo al relato del periódico The Washington Post, Ades conoció a su alma gemela, o quien ella creía que lo era, a través del sitio de citas en línea Luxy, que se ufana de tener millonarios y millonarias en su comunidad de personas buscando pareja.

Pero tras el primer encuentro entre ellos, el príncipe al parecer no mantuvo el interés, lo que desató consternación en Ades. “Yo pensé que haríamos lo que todos hacen, y nos casaríamos, y todo estaría bien. Pero no fue lo que pasó”, comentó ella cuando compareció ante medios tras ser arrestada por cargos de amenazar y acosar a su efímera pareja.

El hombre, cuya identidad no ha sido revelada pero que sería residente de Arizona, al parecer se distanció tras la primera cita y ella no estuvo dispuesta a perderlo. Para empezar, Ades comenzó a enviarle frenéticamente mensajes de texto, en masa, a toda hora y todos los días.

En ocasiones hasta 500 al día para un total, se afirma, de 65.000 mensajes.

Y cuando se le interrogó al respecto, a Ades le pareció que la cifra era incorrectamente baja.

“Para mí me parece que fueron más”, respondió ella. Y cuando se le inquirió si esa cantidad de mensajes le parecía excesiva simplemente respondió que “el amor es una cosa excesiva”, frase cargada de contenido dramático y poético, si se le ve desde cierta perspectiva, pero que también deja entrever que posiblemente ella no ha comprendido muy bien lo que hizo y sus implicaciones.

Enviar 65.000 mensajes a una persona con lo que solo se vio una vez se sale ciertamente del escenario usual. Por añadidura, el contenido de esos mensajes tenía aristas filosas y perturbadoras, que más que tener que ver con el amor hablaban de delirio y más que del deseo aludían a la violencia.

Algunos ejemplos:

“Oh, ¿qué haría con tu sangre? Voy a bañarme en ella”.

“Nunca trates de dejarme, o te mataré. No quiero ser una asesina”.

Incluso en uno de sus mensajes cargado de antisemitismo le dijo “espero que mueras”, le llamó “sucio y podrido judío” y hasta dijo que ella es como “un nuevo Hitler”, personaje al que ella calificó de “genio”.

El acoso no fue solo digital. En abril pasado, cuando el hombre perseguido por el frenesí de mensajes de Ades estaba fuera de Arizona, contactó a la policía pues las cámaras de seguridad de su casa, en el área de Phoenix, captaron que Ades había irrumpido allí e incluso se había tomado un baño.

Cuando oficiales se presentaron en el lugar encontraron, en efecto, a la mujer dentro de la casa y hallaron también un gran cuchillo de carnicero en su auto.

Ades fue arrestada bajo los cargos de allanamiento de morada, pero fue liberada poco después y continuó con el torrente de mensajes dirigidos al foco de su obsesión.

Todo se precipitó cuando a principios de mayo ella incluso se presentó en su oficina, clamando ser su esposa. Unos días después, el 8 de mayo, Ades fue arrestada bajo cargos de amenaza y acoso y ha permanecido en prisión desde entonces, a la espera de una cita en corte la próxima semana, de acuerdo a la televisora CBS / AZ Family.

Su testimonio ante reporteros, disponible en YouTube, es ilustrativo:

Pero aunque está en la cárcel y con acusaciones severas, Ades al parecer no ha caído en cuenta de la implicaciones de sus actos. Al hablar con la prensa, narra el Post, ella evadió responder sobre su comportamiento y en cambio habló “de Einstein a la astrología, de la Atlántida a los Illuminati”.

Y al fin de cuentas, pese a sus amenazas y locuras, ella se considera simplemente una mujer enamorada y rechazó ser una amenaza para el hombre al que tanto persigue.

“Lo amo tanto… Yo solo quiero amarlo mucho, eso es todo. Y si a él no le gusta, me iré a casa, y amaré a mi exnovio”.

Por lo pronto, es de suponer, Ades lo seguirá amando –o evocando con obsesión delirante- desde la cárcel pues sus acciones anteriores podrían mantenerla allí por un buen tiempo.

https://espanol.yahoo.com

mayo 12, 2018 - 10:00 am

Por: Staff

Actualidad

Te recomendamos: