Zinedine Zidane, técnico del Real Madrid, mira al frente con optimismo para intentar superar este sábado la crisis de resultados, en su duelo por la tercera plaza liguera con el Valencia, y admitió que la principal razón de la eliminación en Copa el miércoles ante el Leganés fue que el rival tuvo «más hambre».
«Esto cambia rápido y nosotros podemos darle la vuelta siendo positivos. Hay cosas que tenemos que cambiar, pero otras las hicimos bien. La segunda parte iba mejor cuando nos metieron un gol. El rival tenía más hambre que nosotros», confesó.
Y de nuevo a la hora de buscar culpables se puso el primero por la preparación que hizo del encuentro (1-2).
«El culpable de no ganar el partido después de hacerlo en la ida (0-1) soy yo. El problema que tuve fue no meter la motivación suficiente, sobre todo en la primera parte, muy mala. A lo mejor no he transmitido lo suficiente para hacer ver que el partido era lo más importante», asumió.
Para intentar devolver la ilusión al madridismo, Zidane habló sobre las esperanzas que tienen depositadas en la Liga de Campeones y el sueño de conquistar la tercera consecutiva.
«No pienso que vayamos a ganar seguro la Champions, pero veo entrenar a mis jugadores con la misma ilusión. Es complicado cuando pierdes un partido y cuando vuelves a los entrenamientos se hace con mucha fuerza e ilusión. La vida es así, puedes estar un poco más arriba o más abajo pero siempre puedes volver a subir. Por eso siempre soy positivo», expresó.