Los Ángeles, 1 Dic (Quién).- Lenny Kravitz habló abiertamente sobre el episodio de abuso sexual que sufrió en plena adolescencia, a manos de una amiga de su niñera que entró en su cuarto para tocar sus partes íntimas. El músico, de 59 años, ya se había pronunciado sobre ese suceso en su autobiografía, Let Love Rule , publicada en 2020, pero ahora volvió a hablar sobre el tema para aclarar que nunca se sintió «traumatizado» por lo ocurrido, hasta el punto de describir ese encuentro no consentido como una «experiencia y una lección».
En una reciente entrevista con la revista Esquire, el músico fue cuestionado directamente sobre si considera que lo vivido responde al patrón de las agresiones sexuales, sin embargo, Lenny Kravitz defendió su derecho a abordar el asunto a su manera. «No todo tiene que ser tan… No digo que no haya cosas que merezcan ser contadas. Quizás alguien podría argumentar que debería haber sido tratado. En cualquier caso, eran los tiempos que eran. Viví y aprendí», señaló. El músico neoyorquino comparte entrevista con su hija, la actriz Zoë Kravitz, quien recordó como «una auténtica locura» algunos momentos vividos durante su infancia en casa de su papá. La actriz se mudó con Lenny Kravitz cuando tenía once años, cinco años después de la separación del cantante y la actriz Lisa Bonet, mamá de Zoë, y tuvo que acostumbrarse muy pronto a vivir en un hogar en el que solo había extraños para ella.
«Era como vivir en un centro comercial o en un aeropuerto, con gente saliendo y entrando constantemente», declaró la actriz. Sin embargo, algo que destaca a Lenny es su carácter generoso y hospitalario, algo que por desgracia, acabó terminando en muchas deslealtades por parte de quienes recibieron ayuda de Kravitz. «Acabé muy quemado. Completamente. Lo puse todo a su disposición, y lo hice de forma que la gente se aprovechaba de ello. Me quedé completamente vacío», lamentó el cantante. Cuando tenía 15 años, Zoë vivió un desagradable incidente en su casa. La joven se encontró a una mujer sentada en la mesa de la cocina comiendo un pastel. La ahora actriz asumió que se trataba de una amiga de su papá, hasta que Lenny entró en la estancia y le pidió a su hija que le presentara a esa desconocida, suponiendo que había sido Zoë quien la había llevado a casa. «Resultó ser una persona que no estaba bien y se había metido a la casa. Nos dimos cuenta de que necesitábamos contenernos un poco», afirmó la actriz.