El ministerio chino de Deportes prohibió los tatuajes a los futbolistas de la selección nacional e invitó a quienes los tengan a borrárselos, en un momento en que las autoridades quieren poner freno a modas que consideran vulgares.
De la música a los juegos en línea, pasando por la telerrealidad y las clases particulares, China trata de atar en corto a su juventud e imponer valores viriles y patriotas en oposición a lo que ven como decadencia moral procedente del extranjero.
Ahora es el turno de los jugadores de la selección de futbol que, en adelante, tendrán una «prohibición formal de tener nuevos tatuajes», indicó el ministerio de Deportes.
A aquellos que ya tengan tatuajes se les aconseja que se los hagan borrar», continúa el comunicado. «En caso de circunstancias particulares, los tatuajes deberán estar cubiertos durante entrenamientos y competiciones», agregó.
En el caso de las categorías inferiores del combinado nacional, desde sub-20 para abajo, los seleccionadores tendrán «estrictamente prohibido» convocar jugadores tatuados.
Los tatuajes están mal vistos entre la sociedad mayoritariamente conservadora de China, pero empiezan a popularizarse entre la juventud de las grandes ciudades.
La federación china de futbol ya había ordenado a sus jugadores internacionales cubrirse los tatuajes en años recientes y ha enviado a jóvenes futbolistas a campos militares para recibir una educación del tipo marxista.
Algunos seguidores denunciaron una medida política que tiene poco en cuenta el deporte. «¿Debemos escoger un buen jugador o un santo?», decía un aficionado en la red social Weibo.
En el pasado ha habido otras polémicas sobre la estética en el deporte. La leyenda británica David Beckham apareció en un documental de la televisión pública china con casi todo su cuerpo pixelado para cubrir sus múltiples tatuajes.
Y un encuentro de futbol femenino universitario fue anulado después de que se prohibiera a las jugadoras teñirse el pelo.
AFP