Ciudad de México, 20 Jun (Excélsior).- En sus cuatro décadas en la industria del entretenimiento, Leticia Calderón había forjado una carrera en telenovelas, donde siempre se sintió arropada y brilló a plenitud en diferentes protagónicos. Sin embargo, ahora supo que era momento de probar nuevos horizontes. Esto la llevó a interesarse en el nuevo proyecto ya disponible en Netflix, Madre de alquiler.

«Tengo 40 años trabajando para una empresa que me ha arropado y espero lo siga haciendo, con la cual estoy totalmente agradecida, pero el tener la oportunidad también de salirte un poco de tu zona de confort y hacer otro tipo de cosas para otras empresas, para otra gente, con otros temas y otros personajes, es muy enriquecedor.

Estoy, de verdad, muy agradecida de que una de las plataformas más importantes que existe hoy en día me haya llamado y confiado en mí para sumarme a esto y a hacer a este personaje tan complicado y espantoso”, compartió Leticia Calderón en entrevista con Excélsior.

Con su semblante angelical y protagónicos en su mayoría de mujeres nobles, como fue el caso del melodrama Esmeralda, la actriz de 54 años acostumbró a su audiencia a verla como la buena del cuento.

Ahora, a través Nora, una mujer ambiciosa, dura y hasta cruel, a quien encarna en esta serie, se va completamente al otro extremo, entregando a una villana digna de competir con estas grandes antagonistas de las tramas que estelarizó en otros tiempos.

«Fue un gran reto, porque efectivamente Nora es lo opuesto a Leticia Calderón. Esta mujer discrimina, es elitista, y luego, yo tengo un hijo con una discapacidad intelectual, por lo que estoy a favor y siempre estaré luchando por sus derechos y el respeto que se les debe tener, pero esta mujer no lo tiene en lo absoluto.

Es un personaje realmente escabroso, maquiavélico, horrendo y sin corazón, no es amorosa, ni una madre empática, sino todo lo contrario, pues usa a sus hijos para sus propios intereses”, detalló.

En la trama, la mexicana da vida a Elena, una mujer sin escrúpulos dispuesta a llegar hasta las últimas consecuencias por obtener lo que desea, en este caso, forjar a la familia perfecta con su hijo. Entonces, chantajea a una indígena para que les rente su vientre.

Cuando uno de los hijos nace con problemas, ella lo rechazará, quedándose con el otro, y amenazará a la madre para que no vuelva a acercarse. Esto desatará una trama llena de dolor y engaños.

«Me gustó mucho que abordara el tema del vientre de alquiler, porque yo ya sabía que iba a ser un tema muy polémico, ya que mucha gente está de acuerdo, pero otra no y hasta está escandalizada”, dijo.

Para la actriz, la serie plantea la pregunta de ¿se debería legalizar o no?

«Es una cuestión muy personal. Por eso a mí me gustaría que más allá del entretenimiento se lograra llegar a este debate: si yo como mujer puedo o no decidir si rento o no mi vientre, por las razones que quieras, aunque claro que no obligadas, que es lo que estamos viviendo desgraciadamente con los grupos más vulnerables, que en este caso son los indígenas, ¡y sale en las noticias! Mujeres de Guerrero, Tabasco y Chiapas.

En muchos casos, desgraciadamente, son hasta los propios padres los que están obligando a sus hijas. Son temas que se tienen que hablar”, profundizó.

Experta en el melodrama, la actriz aseguró que vaya a donde vaya, la telenovela siempre será su género predilecto, pero admite que a través de este proyecto se siente agradecida de cambiar de aires, incursionar en un mundo nuevo y que su trabajo pueda llegar a nuevos territorios.

«Lo que me gusta es llegar al público, sin importar la plataforma, ni el género, aunque yo estoy muy acostumbrada a hacer melodramas. Siempre voy a defender la telenovela, porque siento que todavía existe un gran grupo de personas a las que nos gusta y nos entretiene.

También hay mucha gente que ya prefiere las series, por ejemplo, mis hijos. Carlo me dice emocionado: ‘Mamá, es que no puedo creer que estés en Netflix’. Son otras generaciones y por eso estoy muy agradecida, porque con esto estoy llegando a otro público.

Son 190 países y me acaban de dar la noticia de que estamos en segundo lugar en Estados Unidos y eso me hace sentir muy contenta, porque quiere decir que otro tipo de público va a conocer mi trabajo”, celebró.