Considerado por la crítica internacional entre los novelistas más importantes de la narrativa, el escritor cubano Leonardo Padura Fuentes (1955), aseguró que la literatura no puede acompañar de forma inmediata, ningún proceso político, pues mientras las letras hablan de lo permanente, la política es contingente.
El también periodista y guionista, conocido por sus novelas policiacas del detective Mario Conde, se encuentra en la Feria Internacional del Libro de Guadalajara, donde el próximo 1 de diciembre presentará “La Transparencia del Tiempo”.
El autor charló con la prensa sobre temas de la actualidad, entre ellos, la realidad mexicana y el paso de la caravana de centroamericanos.
Padura Fuentes, quien apenas ingresó a la Academia Cubana de la Lengua Española, refirió que la realidad de México no se puede simplificar, ‘es una de las realidades más complejas en todos los sentidos: económico, político, social, etcétera’.
En ese sentido, indicó que la literatura debe ser cautelosa, toda vez que ‘por un lado, se encuentra el entusiasmo ciudadano del escritor como persona que vive en una realidad, pero el ejercicio literario tiene otras características’.
Enseguida, Padura, quien ha desarrollado una extensa escritura periodística que ha dado como fruto las recopilaciones de entrevistas como «El alma en el terreno», «Los rostros de la salsa», o «El viaje más largo», comentó que la literatura cubana de los últimos 30 años ha sido muy reflexiva con respecto a su realidad.
“Recuerden que en los años 70 se pretendió escribir una especie de realismo socialista-tropical, una literatura de complacencias, de apoyo al sistema político. En los 80, esta generación que ahora tiene 60 años empezó a tener una visión diferente de la literatura mucho más hacia las necesidades propias de la literatura que hacia el compromiso social.
“En los años 90, eso se convirtió en una visión crítica de la sociedad y esa visión se mantiene, pero lamentablemente varios de los autores que nos han acompañado a lo largo de los años, escriben y publican menos y a veces me siento solo en esa reflexión”, dijo.
Uno de los creadores de la nueva novela detectivesca, faceta que le ha dado fama como escritor, opinó también sobre el paso de la caravana migrante en México y su intento por cruzar la frontera hacia los Estados Unidos.
“Ahora mismo se vive en México el avance de esta caravana hacia la frontera con Estados Unidos; no soy analista político y no me gusta hablar de esos temas porque no los domino, pero es un acontecimiento que al final, el mayor beneficiario será la administración de Donald Trump.
“Lo que esta ocurriendo en la frontera es que uno de los más afectados será, no solo esos migrantes, sino la relación política de México y los Estados Unidos y que Trump que tiene tantos problemas internos, se le está creando un enemigo externo y los enemigos externos para cualquier gobierno valen oro”, dijo.
El cubano reveló además que hace un par de días recibió en la ciudad de Barcelona, España, el Premio Internacional de Novela Histórica Barcino en su quinta edición por su novela “La Transparencia del Tiempo”.
Cuenta que la publicación, ‘fue una novela difícil de escribir, porque había que tratar de mantener los niveles de lenguaje, por miradas hacia la literatura diferente, por un lado; una novela policiaca en la Cuba contemporánea, y por el otro, una narración de carácter histórico que me obligó a una investigación muy profunda’.
“Si algo me caracteriza no es que sea un buen escritor, sino que soy un escritor muy trabajador, y he estado metido en una nueva novela más rápido de lo que yo me imaginaba, un libro muy complicado que necesitaba comenzar a escribirlo para saber hacia dónde iba esa historia, donde hablaré sobre la diáspora de mi generación cubana a partir de los años 90″.
Bajo el sello Tusquest, en “La Transparencia del Tiempo”, Padura ofrece una narración que funde de manera magistral las pesquisas del detective Mario Conde en una Habana que se derrumba con un deslumbrante viaje en el tiempo y en la historia.
La novela cuenta la epopeya a lo largo de los siglos de la estatua, una virgen negra traída de la última cruzada a una ermita del Pirineo por un tal Antoni Barral, y será otro Antoni Barral quien la salve y se vea obligado a embarcar como polizón rumbo a La Habana.