Uno de cada 3 niños presenta obesidad mórbida al ser víctimas del sedentarismo que produjo la emergencia sanitaria por el Covid-19.

Lo anterior según estudio del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), cifra que considera la Federación Nacional de Asociaciones de Padres de Familia A. C. (FENAPAF), como alarmante, ya que los niveles de aumento de peso en estudiantes no se habían incrementado tanto en la historia nacional.

Aurora González, presidenta nacional de la FENAPAF, refirió que los resultados arrojados por el estudio, destacan un balance realizado en América Latina, contemplando que los educandos mayormente afectados con los altos niveles de obesidad, se registran en las edades que van de los 5 a los 19 años.

Por su parte, Julio Magaña Cervantes, secretario general de la FENAPAF, declaró que para evitar que la obesidad en niños y jóvenes se convierta en una segunda pandemia difícil de contrarrestar; es indispensable establecer estrategias de actividad física en las aulas.

Tanto en aulas, dijo, “como en las casas donde aún varios alumnos están tomando clases a distancia, se debe considerar establecer horarios específicos para la realización de ejercicios, los cuales pueden ir desde caminar de un lado a otro, en medio de los pupitres, hasta tomar un espacio mínimo de 15 minutos a media hora para realizar una activación corporal constante”.

Cabe aclarar que, de acuerdo con la Unicef, los niveles de obesidad también incrementan ante la dificultad para acceder a alimentos nutritivos, la falta de movilidad por los confinamientos y un menor poder adquisitivo de los responsables de la manutención familiar.

De esta forma, según el mismo estudio, los impactos económicos de la pandemia se reflejan en un mayor consumo de alimentos ultraprocesados y bebidas azucaradas que son de menor costo y más fácil acceso.