El diputado Marco Antonio Mendoza Bustamante (PRI) llamó a la Secretaría de Salud (Ssa) a dar atención a los pacientes que presentan el síndrome postcovid 19 y se establezcan mecanismos oportunos y eficientes de seguimiento en centros de salud a las personas por secuelas agudas de la infección.
En un comunicado, informó que presentó un punto de acuerdo en donde insistió en la necesidad de dar seguimiento a quienes dieron positivo a Covid-19 y presentan secuelas de la enfermedad, que la dependencia federal implemente una agenda de prestación específica para patologías concretas dentro de la cartera de servicios de cada especialidad que dé atención a los pacientes que padecieron el virus.
Entre los síntomas más frecuentes, el legislador priista expuso en su argumentación, está la fatiga, que empeora después de hacer esfuerzo físico o mental, fiebre, síntomas pulmonares (respiratorios) que incluyen dificultad para respirar o falta de aliento y tos.
Explicó que, dado el alto número de incertidumbres sobre la persistencia de estas afecciones, es importante recoger indicadores de seguimiento del proceso, incluyendo información acerca del número de pacientes evaluados y en seguimiento activo en consultas específicas, diagnósticos finales, número de procesos resueltos e ingresos hospitalarios de los pacientes.
El legislador expuso que en el proceso de atención al paciente deben participar múltiples especialistas de cara a implementar planes terapéuticos, rehabilitadores y de cuidados individuales que faciliten una atención integral del enfermo con el objetivo de mejorar su calidad de vida.
Detalló que el síndrome postcovid 19 implica una variedad de síntomas nuevos, recurrentes o continuos que las personas presentan después de las cuatro semanas posteriores a contraer el virus.
“En algunos casos el síndrome postcovid-19 dura meses o años y en otros puede causar discapacidad en la persona”, señaló.
Según las investigaciones, dijo, entre uno y 12 meses después de tener Covid-19, una de cada cinco personas de 18 a 64 años presenta al menos una afección médica que podría deberse al Covid-19. Entre las personas de 65 años y mayores, una de cada cuatro tiene al menos una afección médica que podría deberse a la enfermedad.