Por Ignacio Suárez
La telenovela de la venta de Lobos BUAP cada día se complica más. Los discursos entre las partes son opuestos. Como sucede en estos temas legales, ambas se presumen como víctimas y solo ante la aparición de nuevas evidencias es cuando aparece un poco de luz en este pozo con olor a estiércol. Aquí le expondré las novedades sobre este tema para que usted vaya atando cabos y sacando sus propias conclusiones.
Por principio de cuentas, ambos grupos definieron estrategias. Mario Mendívil y su abogado Javier Coello Trejo decidieron atacar en algunos medios, buscando afectar la imagen del rector Alfonso Esparza, pretendiendo intimidarlo filtrando información. Tan es así, que Francisco Garfias, en su columna Arsenal del 20 de julio pasado, los echó de cabeza cuando de manera textual lo citó: «Las copias de las facturas nos fueron entregadas por Mario Mendívil…». En ellas -el periodista apuntó- se demostraba que la BUAP en el periodo comprendido entre el 2012 y 2017, recibió un promedio de 77 millones de pesos anuales para la operación del equipo. La suma acumulada en esos 6 años llego a los 464 millones de pesos.
Tenemos certeza de que Mendívil intentó que Televisa hiciera un reportaje similar, incluso les filtró esas mismas facturas desde hace más de tres semanas, pero hasta el día de hoy la dirección editorial de la televisora había desestimado la solicitud, quizá lo haga más adelante cuando avance o los involucre la demanda.
Siempre estaremos en contra de que el presupuesto de las universidades públicas se utilice en el futbol profesional del Ascenso y de la Liga MX, porque en estas categorías impera el negocio sobre lo formativo. Estas instituciones tienen muchas carencias y prioridades más importantes. Debemos decir, que las facturas que filtro Mendívil son fieles de las originales. Los números coinciden con las cifras presentadas por el rector Esparza en los estados financieros consolidados de la BUAP y que son públicos, y usted o cualquiera puede consultar en internet.
Ahí aparecen los 59 millones anuales para los equipos profesionales de Lobos, incluyendo fuerzas básicas y los 82 millones para el desarrollo del deporte universitario, tal y como lo señaló Garfias y documento RÉCORD el día de ayer. Se podrá estar a favor o en contra de estas cantidades y de su uso, pero estos números NO estaban ocultos ni mucho menos. Los Estados financieros fueron aprobados por unanimidad y sin observaciones. Por lo tanto, hablar de una supuesta auditoría interna la considero improbable.
Si el promedio de 77 millones anuales invertidos en el ‘deporte’ de la BUAP se le hacen una barbaridad, entonces usted se irá de espaldas cuando se entere que el equipo Correcaminos de la Universidad de Tamaulipas, en el periodo del 2011 al 2015, recibió transferencias y un presupuesto de 232 millones de pesos anuales, según el reporte de transparencia RSI-033-2016 que consigné en mi columna titulada: ‘Una mina de oro llamada: Correcaminos’. Y NO sólo eso, hubo presupuesto federal adicional; en total documentamos plenamente que en cuatro años (2012-2016), Correcaminos recibió ¡mil 264 millones de pesos! sí, ¡mil 264 millones de pesos!
Otra diferencia que notamos entre la BUAP y la UAT, es que según los documentos que tenemos, los de Tamaulipas utilizaban recurso de su subsidio, mientras que en los poblanos refieren en sus estados financieros que los gastos fueron utilizados tal y como venían etiquetados a nivel federal. Algo de lo que NO existe evidencia con los Correcaminos.
El día de ayer, RÉCORD puso en la mesa el monto de los recursos que dio la BUAP para la operación del equipo en el 2016, cuando jugaba en la Liga de Ascenso. El monto fue de 59 millones de pesos anuales. Vale la pena entonces hacer un comparativo contra los gastos de operación de otros equipos de esa categoría en el mismo año 2016. Potros de la UAEM, por ejemplo, dispuso de un presupuesto de 52 millones; el Atlante de 71 millones y Tapachula de 75. Es decir, la cifra NO es extraordinaria y se mantiene dentro de los promedios de la Liga de Ascenso, con excepción de Correcaminos de la UAT con sus abominables 232 millones de pesos anuales.
En el 2017, al ascenso inesperado de Lobos les complica todo económicamente. Las diferencias de presupuestos son abismales. Una franquicia del Ascenso vale 1.6 millones de dólares más IVA si la compras directamente en la FMF; una de la Liga MX ¡20 millones! Por lógica, los gastos de operación, sueldos, viajes y logística se multiplican por 500 por ciento al menos. La BUAP estaba en problemas.
Por si fuera poco, Lobos NO se arregla con Televisa por la venta de derechos de transmisión de TV, que represente el mayor ingreso de todos los equipos del Máximo Circuito. ¿Cómo mantener el equipo sin ese ingreso? ¿Cómo pagar la nómina? No alcanzan los 59 millones que gastaban en el Ascenso. En la Liga MX los gastos operativos anuales suman más de 200 millones de pesos.
Por semanas, sigue el estire y afloje con Televisa por los derechos de TV. Necesitan asegurar los pagos de operación; la Liga está por comenzar. La BUAP asigna entonces 240 millones para asegurar mínimo la operación anual del equipo ese 2017; la cifra, tal como lo consignó RÉCORD el día de ayer. Esa cifra tampoco fue secreta, pues se consignó en los estados financieros de la universidad auditados y publicados en internet.
Más allá de las cifras y facturas filtradas, la pregunta obligada es: ¿Qué tienen que ver estos hechos sucedidos en la BUAP del 2012 al 2017 con el tema actual de la venta de la franquicia de Lobos? NADA, absolutamente NADA. La única intención fue la de raspar al rector.
Dos posturas, dos versiones opuestas. Mendívil, asegura que Francisco de Dios, apoderado legal de Lobos BUAP, les cedió TODOS los derechos, sin restricción alguna, incluido el certificado de afiliación.
La BUAP, con documento notarial en mano, aceptó públicamente que Francisco de Dios tenía poder pero sólo para actos de administración, NO de Dominio, por lo tanto estaba impedido para ceder bienes como lo es un certificado de afiliación. La ley es clara al respecto de la diferencia entre ambos poderes.
En palabras coloquiales, trataré de explicarlo. Mendívil dijo: “Tengo la franquicia porque tu apoderado me la cedió y Doña Fede ya hasta me dio la factura». La BUAP responde: «Espérame tantito. Te informo que el señor Paco NO era dueño, no podía vender nada, porque sólo administraba ¿Qué tienes, la factura? Perfecto ¿Me puedes demostrar que me la pagaste a mí, BUAP, y que yo acepté ese pago? SI es así, la franquicia es tuya. ¿No puedes demostrar ese pago? Entonces sigue siendo mía”. Así de simple.
Justo ahí aparece la primera de muchas contradicciones, precisamente con las facturas. El 30 de mayo del 2018 a las 14 horas con 12 minutos, Doña Fede emite una factura por 120 millones de pesos, incluido el IVA. La empresa Garden Teas S.A. de Mendívil, ha pagado de manera directa los 120 millones ¡Lobos BUAP NO desciende! Como el reglamento NO estipulaba a la letra si fuera esa cifra más impuestos, se pagó esa cantidad en ese momento, el concepto del pago era cuota extraordinaria, tal y como aparece en el contrato del 13 de abril.
De los 180 millones de pesos pactados y firmados a pagar por Garden Teas en el aquel primer contrato, no hay ni un solo peso abonado. Sin embargo, siete meses después, El 28 de diciembre a las 14:53 horas, Garden Teas de Mendívil expide una factura a Lobos BUAP A.C. -del cual en ese momento tenía la administración- por 120 millones, más IVA. Pide cancelar la factura de mayo y modificar el concepto, ahora este será: ‘CESIÓN DE DERECHOS ANTE FEDERACIÓN MEXICANA DE FUTBOL. A.C.’
Es entonces cuando ya NO se entiende nada. ¿Por pagar el IVA de 120 millones de pesos Garden Teas adquirió la franquicia? ¿Acaso los 120 millones de pesos depositados en mayo NO eran considerados como cuota extraordinaria para NO descender? ¿De verdad la cesión de Lobos solo costó eso? ¿De que se trata todo esto?
Para quienes conocen los costos de una franquicia de la Liga MX, el argumento de que por la franquicia de Lobos BUAP solo se hubieran pagado 120 millones de pesos más impuestos, les provocó risa. «Fantasma, esta factura que me muestras debe ser una broma de día de los inocentes; mira está fechada el 28 de diciembre», y se carcajeó. NO lo creo. Irarragorri aceptó hace tiempo públicamente que les ofreció 14 millones de dólares libres hace un año, asumiendo que pagaría seis millones más si descendía, tal como sucedió, y la BUAP NO aceptó pues se le hizo muy poco. «¡¿Cómo entregarla por sólo 6 millones y ya con porcentaje cero?!», me dijo uno de los dueños del equipo a quien consulté.
Aún con la incredulidad de algunos en el supuesto caso de que sea cierto, en el concepto de esta factura solo habría dos escenarios posibles: el rector Alonso Esparza es un ‘muerto’ por vender una franquicia con valor de 20 millones de dólares o más en solo seis y debería ser obligado a renunciar, o ser denunciado por el consejo universitario por daño al patrimonio; o bien, el señor Mario Mendívil es muy ‘vivo’ autopagándose sólo 139 millones de pesos a la empresa que él mismo administraba en diciembre, Lobos BUAP A.C., por una franquicia que valía al menos 400. Saque usted sus propias conclusiones.
¿Está confundido? ¿le huele a podrido este asunto? Le aseguro que esto NO es nada. En una próxima entrega, les documentaré si la BUAP dio vista de manera oficial al SAT y a la Unidad de Inteligencia Financiera para que investigue a TODAS las empresas involucradas con la venta de Lobos a FC Juárez y dictamine si existen delitos como lavado de dinero, evasión fiscal, simulación de operaciones financieras o algún otro para que actúe en consecuencia.
La demanda del TAS con los Ruíz-Huerta & Crespo abogados de Messi y Neymar que ha contactado la BUAP, puede ser cosa de niños ante lo que estaría por destaparse. Mucho lodo estaría por salir, a menos de que en la audiencia del próximo 5 de agosto entre Mendívil y la BUAP, decidan dejar de litigar en los medios y lavar la ropa sucia en casa para evitar seguir haciendo pedazos su reputación. ¿Llegarán a un acuerdo? ¿A Doña Fede NO le importará el escándalo mayúsculo que está por llegar?
Eso se los contaré en la tercera entrega…. Por hoy, ya me dieron ganas de vomitar.
“En un buen reportaje, puede no haber buenos ni malos, sino hechos concretos para que el lector saque sus conclusiones”
Gabriel García Márquez
Foto: Es Imagen / Archivo
Fuente: RÉCORD