Para que algo resulte atractivo, a veces tienen que unirse hechos desafortunados, así le pasa al subsecretario de Prevención y Promoción de la Salud, Hugo López-Gatell Ramírez, el epidemiólogo al que el presidente Andrés Manuel López Obrador le concedió las riendas para dirigir la estrategia contra la pandemia del coronavirus Covid-19 en México.
Su alta exposición a los medios, por obvias razones, le convirtió en blanco de memes y videos informativos y otros con sátira, que han ido acumulando muchas vistas. Un solo video de Bloomberg donde hablan de la trayectoria profesional del médico tiene casi un cuarto de millón de vistas, al grado de calificarlo como el “crush” (la persona especial) para una considerable cantidad de gente y “la nueva estrella de la Cuarta Transformación”, en la revista Quién.
Cuando se accede al buscador de Google con su nombre en 0.51 segundos aparecen seis millones 390 mil menciones del galeno, incluida la que refiere a informar quién es su esposa, la doctora Arantxa Colchero, especialista en obesidad.
Poseedor de una personalidad ad hoc para el momento grave de la crisis sanitaria, el médico narra, sin perder la compostura, todas las variables que se pueden esperar en las próximas semanas en el país con el avance del contagio.
El funcionario, además de su trayectoria en la medicina, ha publicado 40 artículos en revistas especializadas y forma parte del Sistema Nacional de Investigadores Nivel Uno, lo que lo convierte en un especialista al que hay que escuchar “porque él sí sabe lo que está pasando con este virus que ha matado miles de personas en el mundo”, y que según el periódico español El País, hasta este domingo han fallecido 64 mil 949 personas, hay más de un millón 179 mil personas contagiadas, parte de ellas en México y se han recuperado de la enfermedad 227 mil 424 pacientes.
En los años 80 y 90 Fidel Velázquez, extinto líder cetemista llegó a ser el personaje más caricaturizado en la prensa tradicional en México; hoy, López-Gatell en tan solo tres meses ha acaparado la atención de la mayor parte de los medios de comunicación y las redes sociales, siendo por ahora el servidor público de moda.
El científico que sostiene una narrativa informativa clara y directa, es motivo también de piropos en memes divulgados en las redes sociales.
El investigador Limor Shifman explica que el meme responde a los tiempos contemporáneos donde a través de los medios digitales y las redes sociales se da la cultura de la participación, en la que cualquier persona puede compartir contenidos de todo tipo, y esta forma de expresión cae como anillo al dedo en una sociedad que quiere ser escuchada, aunque al final no se tomen en cuenta sus intervenciones dirigidas a promover cambios reales para su beneficio.
El meme explica todo, pero cambia absolutamente nada, exponen Michael Knobel, Colin Lankshear, Lance Bennett, Ryan Milner y Jean Burgess; estos académicos usan el meme como un prisma para entender algunos aspectos de la cultura contemporánea, sin tener que revisar todo el set de implicaciones, explica por su parte Shifman.
En su libro Memes en la cultura digital, Shifman se remonta al año 2012, cuando un rapero coreano hizo popular el baile Gangman Style, eso le valió ser el precursor de esta expresión en la era virtual.
Este autor explica que la palabra meme “fue ignorada hasta hace poco más de una década en el campo de la comunicación”, hoy podrían decirse que se trata, guardando las debidas distancias, de una representación de la caricatura donde alguien con un mínimo de herramientas, pero con una visión aguda, se resume un hecho o una persona, y lo transforma en un meme.
La caricatura es esa que los caricaturistas dibujantes salpimientan con detalles que sintetizan la realidad observada para que el mensaje sea crítico y directo.
En el caso del subsecretario, su paso por esta representación virtual de la realidad con la visión propia de quien elabora los memes y los videos, le permitió ser conocido mundialmente.
Y en el caso de México, su presencia continua tanto en medios tradicionales como digitales, lo ha hecho formar parte de la vida diaria de los mexicanos, convirtiéndolo a su vez en blanco de críticas despiadadas si su estrategia no convence, o a seguirlo en procesión por las redes, como un club de fans, para comentar sus aseveraciones o desmentidos acerca de cómo actúa el virus de 2020.
Esa popularidad adquirida por su alta exposición mediática, como siempre sucede, se espera que disminuya con el paso de la pandemia, aunque si las medidas dirigidas por él dan resultado, se podría esperar que lo coloque en una mayor responsabilidad dentro del gabinete Lopezobradorista, pero hasta no superar la crisis y su permanencia en el cargo, su puntaje de exposición pública seguirá al alza.
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