El presidente electo de México, Andrés Manuel López Obrador, minimizó los cuestionamientos a la fiesta de casamiento de uno de sus hombres más cercanos, que fue publicada el jueves en portada de una conocida revista de sociales, y dijo que sus enemigos buscan cualquier excusa para atacarlos.
La boda entre Dulce Silva y César Yáñez, que trabaja desde hace más de dos décadas con el mandatario electo y será parte de su gabinete cuando asuma el 1 de diciembre, se celebró el sábado en la ciudad de Puebla y fue reproducida en un reportaje de 19 páginas en la revista ¡Hola!.
La fiesta, a la que asistieron 600 invitados y con un menú que incluyó langosta según la publicación, desató reacciones de muchos mexicanos en redes sociales, que acusaron al entorno del presidente de falta de congruencia con su promesa de imprimir una marcada austeridad a su gobierno.
«Pues no me casé yo, yo fui invitado, asistí, cada quien es responsable de sus actos», dijo el jueves el futuro presidente izquierdista al ser consultado por los cuestionamientos. «No fue una acción de gobierno, se trata de un evento social privado».
«Desde luego que están cuestionando, nuestros adversarios, porque andan buscando cualquier posible error para hacernos la crítica (…), tienen derecho a hacerlo, nada más que nosotros no vamos a cambiar, vamos a seguir actuando con integridad, con principios, con honradez y con austeridad republicana», agregó.
López Obrador alcanzó la presidencia en julio al capitalizar el descontento de millones de mexicanos hartos de los partidos tradicionales, la extendida corrupción y la inseguridad. Ha prometido reducir el gasto excesivo y burocrático y eliminar los privilegios y priorizar al 40 por ciento de la población que vive en la pobreza.