La diputada Melissa Vargas Camacho (PRI) señaló dentro del simposio “Lunes por el futuro”, sobre el calentamiento global y el cambio climático, que la realidad nos rebasó y la muestra muy clara está en Acapulco, Guerrero, con el huracán “Otis”.
“Lo que sucedió es que el meteoro, al impactarse con los niveles más altos de temperatura de nuestros mares se hizo más fuerte. Los especialistas no preveían un impacto de esa magnitud y los más afectados son los más pobres que no se pueden ir, finalmente las grandes industrias pueden mover sus recursos de un lugar a otro, pero los pobres no”, aseveró.
“Está es una constante, los más afectados del cambio climático son los más pobres en el mundo, al final es a quienes más afecta porque muchos de ellos se encuentran viviendo en zonas de riesgo, porque no pueden hacer frente a los daños colaterales que trae el cambio climático, como son las sequías, el daño a sus cosechas, por ejemplo, o las grandes inundaciones o el desgarre de los cerros.”
Añadió la legisladora por el Estado de México que “por ello, hablar de cambio climático no puede ser ya una moda, como dirían por ahí, de los fifís, no es cierto: el cambio climático es el pensar en quienes más necesitan y en los más pobres, esa es la realidad, es un tema de justicia social, por eso nos importa tanto empezar a hablar de este tema y, sobre todo, tomar medidas urgentes”.
La integrante de la comisión de Medio Ambiente y Recursos Naturales, comentó que los glaciares en Argentina se van derritiendo continuamente y se estima que cuando se terminen de descongelar, en 20 años, ya no existirán muchas ciudades.
Afirmó que “a nivel nacional, la temperatura ha aumentado 0.85, casi un grado centígrado, que parece poco, pero es muy grande por el impacto que tiene, trae cambios muy fuertes en toda la agricultura, en toda la biodiversidad, en todo el ecosistema, y las temperaturas invernales, como las que estamos hoy viviendo, por ejemplo, tuvieron un incremento de 1.3 centígrados”.
“El Nevado de Toluca, hace 40 años, siempre estaba nevado, la mayor parte del año, y eso se acabó; en menos de 40 años los niveles de temperatura de la ciudad se cambiaron drásticamente. Hoy Toluca ya no es una ciudad fría, es una ciudad templada, con algunos días de muchísimo calor. En el Nevado de Toluca el nivel de nieve es muy bajo y dura nada más diciembre y enero.”
Vargas Camacho dijo que el cambio climático nos afecta a todos los países y no solamente a los industrializados que emiten más gases con efecto invernadero, por lo que las aguas en las playas de Jalisco y Oaxaca, y un poco en Veracruz, por ejemplo se sienten todo el año calientes, “y es lo que sucedió con el huracán ‘Otis’, llegó y tocó, prácticamente, los litorales de nuestros mares en Acapulco y encontró un mar caliente en fechas de septiembre -ni siquiera abril ni mayo—lo que provocó que tuviéramos un huracán de categoría 5, y le dio tanta fuerza convirtiéndolo en un huracán de los que pocas veces se ven y, además, la novedad es que cada vez vamos a tener más huracanes así, porque el mar está caliente”.
“Tenemos que tomar medidas urgentemente, y lo que proponen en el simposio es algo que podemos hacer todos prácticamente: donarle, regresarle un poco al planeta de lo mucho que nos ha dado, ya no por nosotros, sino por nuestros hijos, donarles un día, según dicen ellos, para que un día nuestra alimentación sea exclusivamente de verduras, de leguminosas, de frutas, solamente sería un día y no sería difícil, porque cada día los productos de la carne están carísimos, entonces estamos obligados a disminuir su consumo, ahora hagámoslo por ayudar al planeta”.
Añadió que “si podemos hacer que nuestro plato del buen comer sólo lleve 8 por ciento de carne, no es una acción pequeña, porque al final, los grandes cambios se conforman de muchas acciones pequeñas y ahí es donde se complementan, comenzando desde lo local, con sus familiares y amigos, y hay comida vegana que es deliciosa, incluso mejora el sabor de la carne y tiene más beneficios y es mucho más económica.”
“Hagamos de nuestra casa un lugar donde podamos ayudar al planeta, mejorar nuestra salud, mejorar la economía, y tener un trato ético con los propios animales, que es un exceso en el consumo y la reproducción de los animales. Si ustedes nos ayudan vamos a tener unos hijos preocupados por su salud y preocupados por su planeta”.
El maestro en energía internacional, Martín Recillas, destacó que el cambio climático que se dio a largo plazo en la temperatura de nuestro planeta, se aceleró en los últimos años y puso como ejemplo que la emisión de CO2 no se había modificado en 800 mil años, y de fines del siglo XIX a la fecha se disparó, causando muchos estragos, sobre todo en la huella ambiental: el gasto que se hace tan grande de agua y su desperdicio, la emisión de gases a la atmósfera y la industrialización de los alimentos, por lo que es necesario hacer cambios en nuestra dieta.
Necesitamos una alimentación sustentable, asequible a todo el mundo y que no contamine tanto: una hamburguesa de carne emite 9.7 kilogramos de CO2 y tiene 21 gramos de proteína, mientras que 100 gramos de frijoles tienen 20 gramos de proteína. Una hamburguesa tradicional emite 65 veces más CO2 que unos frijoles. (JCHW)
Foto: Cámara Diputados