“Hoy se espera de los universitarios el no ser comparsas de la indiferencia. No se encierren en su torre de marfil, en sus celulares, en sus “grupos” de Whatsapp… ábranse a toda la realidad, introdúzcanse a la realidad social y política de Puebla, de México y del mundo: pues éste es su mundo”, fue la exhortación de Emilio José Baños Ardavín, rector de la UPAEP.
Al impartir la Primera Cátedra correspondiente al periodo 2019-2020 ¿Cómo una universidad introduce a la realidad?, Baños Ardavín enfatizó, “…La tesis de ser feliz surcando las grietas del individualismo no se sostiene por ningún sitio. Los grandes héroes de la humanidad son los que degustan la victoria del haberse dado a los demás. Ustedes mismos tienen el ejemplo de estos héroes que son sus padres, quienes los han llevado hasta donde están hoy. Es difícil, sí; es retante, ni dudarlo, pero como decía el poeta Virgilio ‘la victoria sólo aguarda a los audaces’”.
Asimismo, en el marco de la Ceremonia de Primera Cátedra, se tomó protesta al Consejo Universitario para el periodo 2019-2020, integrado por estudiantes y profesores de la Universidad y presidido por el Rector. Además se rindieron honores a la Bandera a cargo de la Banda de Guerra y Escolta del Segundo Regimiento Blindado de Reconocimiento de la XXV Zona Militar.
Dijo que sólo desde ese compromiso con la realidad se puede aspirar al despliegue de todas las facultades y capacidades humanas para fraguar personalidades maduras y virtuosas que a la postre, como se plantea en el modelo educativo de la UPAEP, sean auténticos artesanos de solidaridad, paz y prosperidad.
Indicó que todas las carreras universitarias cultivan una parcela de lo real, y con una mirada atenta y penetrante, descubren “maravillas” en ese espectro de la realidad que investigan. Tal como afirmaba Aristóteles: “Lo que en un principio movió a los hombres a hacer las primeras indagaciones fue, como lo es hoy, la admiración”.
Advirtió, estar cómodamente en la realidad, significaría renunciar a nuestra vocación primigenia, asumiendo una actitud de distancia y confort, de indiferencia ante los desafíos y de complicidad con las injusticias.
Señaló, “permítanme ahora dar algunas pinceladas sobre tres ideologías que cada vez con más preocupación advierto en el horizonte de nuestra vida social y personal; tres atentados contra nuestra capacidad de entender y valorar nuestra realidad. Éstas son la ideología del consumo, la ideología de género y la ideología individualista”.
Expresó, que la primera, la de consumo, nos promete que en el tener estriba la razón de nuestro ser; que el hombre es un “homo consumens”, pasivo y poco creativo, atento sólo a la satisfacción de su deseo y quien ve en lo que ya no le satisface sólo un “desecho” del cual hay que librarse lo más pronto posible. La “cultura del descarte”, de la que tanto nos advierte el Papa Francisco, es una consecuencia de esta ideología de consumo.
Subrayó, “en contraposición, en esta universidad queremos fomentar el emprendimiento, la creatividad, la perspectiva comunitaria para poner ‘toda la carne al asador’ y generar condiciones de justicia y desarrollo para todos. Esto que propone UPAEP no es una aspirina para calmar la conciencia, es una convicción que surge de asumir el realismo de la esencia de la persona, que no encontrará la plenitud en tanto su horizonte no sea el de servir y transformar”.
Indicó, la segunda es la ideología de género, que pretende superponer conceptos y experiencias que no solo desprecian esta riqueza, sino que pretenden suplantarla a partir de la prolongación del propio yo, que es incapaz de esa confrontación que supone el otro sexo. Hoy se predica una pluralidad, pero dentro de la misma perspectiva vital, y a querer o no, esto deviene en una vorágine que cicla a la persona, la frustra a ella y a su entorno. La mujer y el varón son capaces de formar un auténtico “nosotros”, unidad desde el valor de la diferencia.
Dijo que ante lo más sagrado de nuestra existencia que es la persona misma, nadie tiene derecho a someterla o sojuzgarla, mucho menos a utilizarla. Si esto es cierto para toda la dimensión afectiva de la persona, lo es más para el acto de total donación del hombre y la mujer, que sólo adquiere su plenitud cuando se vive en un “nosotros dos”.
Antes de hablar de la tercera ideología, Baños Ardavín hizo un paréntesis. “Hace unos días viajamos a la base AMES de la NASA, en California. Más allá de la gran satisfacción que ha supuesto presenciar la aprobación para que el satélite hecho por UPAEP sea lanzado en próximas semanas, les comparto algo que ha rondado en mi mente desde entonces. Estuvimos con el grupo directivo de este centro de la NASA, y nos compartieron las próximas misiones para enviar de nuevo al hombre a la luna en el 2024, como preámbulo para la conquista de Marte en los años sucesivos”.
Y, la tercera ideología dominante en nuestro tiempo es el craso individualismo, que deriva en una indiferencia social y apatía política, en una desatención a lo que sucede en nuestro alrededor y en nuestra Patria. Ustedes jóvenes deben ser el termómetro de la inquietud social, del trabajo y atención por el otro, de la búsqueda de justicia. Si ustedes no detonan esto en la sociedad, ¿quién lo hará?, refirió Baños Ardavín.
Afirmó, “en muchas ocasiones debemos aprender a amar y a trabajar por una realidad social deficitaria o defectuosa, pero fruto de nuestro trabajo es el embellecimiento paulatino de dicha realidad… y al final, sólo al final de un acto heroico, es que nos aparecerá radiante y gozosa. El individualista piensa en la aniquilación de lo que le estorbe, es la primera carta a jugar en este gran juego de la vida. La realidad social a nivel mundial encierra dramas enormes, ustedes lo saben: inseguridad y violencia, corrupción y mentira. Asistimos a nuevas formas de “tiranías suaves” de los gobiernos, y a un populismo que está dividiendo sociedades en vez de construir puentes entre las comunidades”.
Acotó, que hoy se espera de los universitarios el no ser comparsas de la indiferencia. No se encierren en su torre de marfil, en sus celulares, en sus “grupos” de Whatsapp… ábranse a toda la realidad, introdúzcanse a la realidad social y política de Puebla, de México y del mundo: pues éste es su mundo.
Baños Ardavín cuestionó a los presentes, ¿qué tienen en común estas tres ideologías de las que he hablado? Creo que ya vamos develando la respuesta. Hay en todas ellas una trampa: se trata de reducciones de la realidad, que se pretenden absolutizar, y muchas veces imponer. Nos impiden penetrar en la realidad tal cual es, con sus maravillas y sus desafíos, con su caos y su orden, con su belleza y su alteridad.
Por lo tanto, dijo, educar, decíamos al principio, es introducir a la realidad. En esta casa de estudios, profesores, investigadores y sus propios compañeros les brindarán múltiples experiencias profundamente significativas que serán el impulso para que abracen esta realidad y se comprometan con ella, para transformarla.
Exhortó a los universitarios a ir más allá, “’Duc in altum’, llevar la barca de nuestra vida más allá de lo cotidiano y habitual, debe ser el distintivo del líder transformador UPAEP. Hay que aceptarlo, todos tenemos una zona de confort, un espacio que surcamos, unas aguas que conocemos muy bien. Pero ‘ir más allá’ supone desafiarnos a nosotros mismos, significa recibir una formación de excelencia y responder a tal exigencia también de modo excelente. ‘Ir más allá’ es aventurarnos a las realidades sociales que nos interpelan para transformarlas en orden al bien común. ‘Ir más allá’ es salir de nosotros mismos para ‘introducirnos en la realidad’”.
“Duc in altum” se ha de escuchar en cada momento de nuestra vida: cuando ya las fuerzas son débiles, cuando las dificultades económicas, políticas y sociales aparecen, cuando las relaciones humanas están al borde de la fractura, cuando nuestras manos son insuficientes para atender el dolor y trabajar por la justicia. “Duc in altum” es el llamado a hacer de modo extraordinario lo ordinario, es hacer las cosas al estilo UPAEP.
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