El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva confirmó este sábado que intentará volver al poder en las elecciones de octubre, para impedir un segundo mandato del ultraderechista Jair Bolsonaro y «reconstruir» el país.
Estamos dispuestos a trabajar no solo por la victoria el próximo 2 de octubre, sino para la reconstrucción y transformación de Brasil, que será mucho más difícil que ganar la elección», declaró Lula durante un acto en Sao Paulo ante unos 4 mil miembros y simpatizantes de su Partido de los Trabajadore (PT) y otros partidos de izquierda que apoyan su candidatura.
Doce años después de dejar el poder con una histórica aprobación (87%), el ícono de la izquierda brasileña, de 76 años, formalizó su participación en unas elecciones que se perfilan altamente polarizadas, cuya campaña arranca oficialmente en agosto.
Todo apunta a que los comicios se reducirán a un duro combate entre este exobrero metalúrgico, que presidió Brasil entre 2003 y 2010, y el excapitán del Ejército llegado al poder en 2019, dos enemigos políticos con propuestas completamente antagónicas.
Queremos volver para que nadie nunca más ose desafiar nuestra democracia y para que el fascismo vuelva a las cañerías de la historia de las que nunca debería haber salido», comentó Lula.
Durante el acto, el exmandatario brasileño presentó oficialmente al que será su compañero de fórmula para la vicepresidencia, el exgobernador de Sao Paulo Geraldo Alckmin (69), quien participó por videoconferencia tras dar positivo al covid-19.
Alckmin es una figura moderada y poco carismática, pero bien vista por la clase empresarial.
Favorito en los sondeos
En una entrevista con la revista estadunidense Time publicada esta semana, Lula afirmó que cuando dejó la presidencia en 2010 «no planeaba volver a ser candidato».
Pero decidió dar este nuevo paso en su convulsa trayectoria al ver que «en estos 12 años» su herencia creada «para beneficiar a los pobres (…) fue destruida».
Las encuestas sugieren que Lula vencería a Bolsonaro en una segunda vuelta.
Lula recuperó sus derechos políticos en 2021, después que el Supremo Tribunal Federal (STF) anulara sus condenas por corrupción en la megacausa «Lava Jato», por considerar que no fue juzgado con imparcialidad por el exjuez Sergio Moro.
Por una de esas condenas, Lula pasó un año y medio en prisión.
Fuente: AFP