Ciudad de México, 9 Nov (20 Minutos).- Divino, majestuoso, impresionante y con toque mexicano, así fue la presentación del espectáculo “Luzia” a cargo de la compañía Cirque du Soleil ayer en la Carpa Santa Fe.
Inspirado en la belleza y cultura mexicana, se trata de una oda a la cultura vibrante de un país cuya riqueza se deriva de una mezcla extraordinaria de influencias y colisiones creativas; una tierra que impresiona con sus asombrosos paisajes y su maravillosa arquitectura, impulsados por el espíritu indomable de su gente.
Perfectamente sincronizado, con increíbles efectos especiales y un selecto grupo de artistas remarcables, en “Luzia” no solo se ve a México, también se escucha y, sobre todo, se huele, gracias a sus flores de cempasúchil sobre un escenario giratorio, el cual lucia bello.
Por espacio de dos horas, el espectáculo resalta las bellezas naturales, musicales y a la propia gente, a través de colibrís, peces, insectos y mamíferos como armadillos. Además mariachis, personajes que portan mascarás de luchadores y hasta figuras que se crean en una cascada de agua, inspiradas en la artesanía popular mexicana.
Un total de 15 cuadros escénicos fueron suficientes para atrapar una carpa que lució llena y que celebró la diversidad de la cultura mexicana, de la mano de cerca de 20 artistas, quienes recurren a las artes circenses ‘de otro nivel’.
Trapecistas, malabaristas, acróbatas, personajes que brindan pequeñas exhibiciones de clown, pamboleros que dominan a la perfección el balón, pole dance y mujeres que portando hermosos vestidos engalanan con su voz, es tan solo una probadita lo que se presenta en este espectáculo que tendrá temporada en este espacio.
En “Luzia” destaca, sin lugar a dudas, la lluvia, la cual juega un papel predominante, toda vez el escenario se engalana con una cascada, que además de formar hermosas figuras del arte popular mexicano es utilizada para los diferentes cuadros escénicos por los actores.
El espectáculo arranca de manera literal, como si un avión despegara con destino a México, desde los avisos previos de seguridad y hasta el aterrizaje; durante el ‘supuesto vuelo’, un extranjero cae en paracaídas en México y poco a poco comienza a conocer las maravillas del país.
Desde mariposas monarcas, las cuales cobran vida a través de un performance, hasta hermosos caballos manipulados por tres hombres, pero con apariencia de haber sido sacados de un cuento de hadas, pasando por otro tipo de fauna como colibrís, armadillos e insectos ‘mexicanos’.
En una carpa blanca y dorada desfilan además jaguares, los cuales son manejados por acróbatas, y, por su fuera poco, el espectador viaja hasta un desierto con lo que parecieran cactus, rindiendo un homenaje a las flores de nuestro país.