La maca es un “superalimento” de los Andes peruanos que desde la época de los Incas tenía múltiples usos que iban desde mejorar la fertilidad hasta combatir el insomnio. Las comunidades protegieron la raíz durante cientos de años hasta que el gobierno de Fujimori empezó a venderla en Asia con el falso argumento de que era un Viagra andino contra la impotencia.
El interés de los chinos por la planta llevó a que los precios se dispararan y compraran toda la producción. Luego se llevaron las semillas, los agricultores e incluso algo de tierra para replicar todo el cultivo en el sur de China. Un acto de “biopiratería” que dejó al gigante asiático como el principal productor mundial de maca y hoy europeos, asiáticos y norteamericanos compran el producto allí.
El origen
La meseta elevada donde esta ubicado el lago Junín o Chinchaycocha es el origen de la maca (Lepidium Meyenii), una raíz pequeña y un tanto picante que es famosa por sus rasgos alimenticios y de fertilidad que ha llevado falsamente a ser considerada como un afrodisiaco.
Los historiadores aseguran que en esa meseta a más de 4.000 metros sobre el nivel del mar el pueblo Pumpush domesticó ya hace 3.000 años la raíz y fue un elemento básico en su nutrición.
A pesar de la larga tradición como un “superalimento” para los pueblos de la región, con el correr de los años se dejó de sembrar para darle paso a otros cultivos que dieran más rentabilidad e incluso en la década de los ochentas fue declarada una especie en peligro de extinción.
Iván Márquez, un investigador del Centro Internacional de la Papa (CIP) aseguró al medio digital Diálogo Chino que en esa época había sembradas tan solo 50 hectáreas, las cuales servían para el consumo tradicional de los lugareños.
El artículo para ese medio escrito por Jack Lo Lau destaca que fue a finales de los años 90 cuando se volvió a promover su consumo, no sólo en Perú sino en gran parte de Asia.
Fue en el gobierno del, hoy preso, expresidente Alberto Fujimori que se vendió la idea de que la maca era una raíz que tenía efectos positivos para combatir la impotencia sexual, una especie de Viagra andino natural.
El comienzo del auge y declive en los Andes peruanos
La gran aceptación llevó a que en 2004 el gobierno declarara a la maca como un producto bandera de Perú y se comenzaran a hacer investigaciones sobre esta raíz, aunque con un presupuesto muy corto.
Estos estudios permitieron determinar que tiene efectos positivos para tratar la osteoporosis, los desequilibrios hormonales, ayuda a la memoria, mejora la resistencia al estrés, combate los síntomas de la menopausia, el cáncer de próstata y la fertilidad, además de ser un energizante natural y dar mayor vitalidad.
Todos estos beneficios no fueron los que llamaron la atención del mercado asiático, especialmente el chino, fue la desinformación de que se trataba de un afrodisiaco natural con efectos similares al Viagra para tratar la disfunción eréctil.
Los compradores chinos comenzaron a llegar a los Andes peruanos para llevarse la maca en su forma cruda y pagando precios en efectivo muy por encima del valor real. Y a pesar de que según la ley peruana es ilegal exportar maca sin procesar, los chinos la sacaron en camiones de contrabando a través de Bolivia y por el norteño puerto de Paita, según las autoridades.
El precio de la maca, que era de 3 dólares por kilogramo, se multiplicó llegando hasta los 100 dólares por kilogramo, e incluso algunas variedades como la negra, conocida por su supuesta potencia, alcanzaron precios de hasta 200 dólares por kilogramo, 25 veces más de lo que costaba antes del boom en China.
Pilar Condor, una campesina de 24 años cuya familia ha estado cultivando maca por varias generaciones, le dijo en 2015 al diario inglés The Guardian que había ganado una buena suma de dinero gracias a las cosechas de los últimos años y debido a que los chinos compraban directamente se evitaban pagar a intermediarios.
“En lo que a nosotros respecta, los chinos son bienvenidos. Para nosotros esto significa una mejor calidad de vida, hay trabajo para todos y más ingresos para cada hogar”, decía en ese entonces la campesina.
Justo cuando estaban disfrutando del mayor auge y todo parecía indicar que continuaría así por muchos años, la agencia agrícola de Junín comenzó a prever una fuerte caída debido a que las semillas de la maca fueron sacadas de contrabando hacia China, en contra de la ley peruana.
“Todos se volvieron locos. ¿Y cómo no? Si llegaron los chinos y comenzaron a llevarse todo. Hasta a los agricultores se llevaron para intentar repicar nuestras técnicas en China”, aseguró el chofer Teo Quispe a Diálogo Chino, y agregó que a pesar de que nunca había sido agricultor empezó a sembrar la raíz.
“Luego cuando quise vender, los chinos no volvieron más y perdí todo”. Por eso no quiere saber nada más sobre la maca y prefiere seguir transportando personas entre los pueblos de la meseta.
El fin del sueño chino
Quispe recuerda que los chinos llegaban en camionetas 4×4 con mochilas llenas de dólares para pagar y el pueblo se llenó de bares y negocios, que duraron tan poco como el fugaz auge de la maca de los Andes peruanos.
El presidente de la Comisión Nacional contra la Biopiratería de Perú Andrés Valladolid aseguró que tenían pruebas de que China está cultivando maca en la sureña provincia de Yunnan y dijo que se trata “claramente” de un caso de “biopiratería”.
“Calculamos que la maca empezó a salir de forma ilegal alrededor del 2002 y 2003. Y en la actualidad, China produce más maca que Perú”, afirma el funcionario.
Empresarios del sector aseguran que China tenía en 2014 unas 12.000 hectáreas de maca sembradas, mientras que, en Perú, su país de origen solo había 5.000. Los organismos estatales chinos aseguran que para 2020 esperan tener unas 13.000 hectáreas y en Perú su producción muestra un declive.
El auge arrasador de la venta del producto a China también trajo consigo que en Junín se perdieran los clientes de otros países asiáticos, Europa y Norteamérica. Ahora esos países compran la maca peruana subsidiada y más barata Made in China.
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