El Gobierno de la Ciudad, a través de la Secretaría para la Igualdad Sustantiva de Género (SISG), habilitó una línea de atención telefónica exclusiva para hombres, a fin de brindarles un acompañamiento oportuno que les permite canalizar sus emociones y evitar posibles manifestaciones violentas hacia las mujeres.
“Una gran parte de las violencias que se ejercen en contra de las mujeres son consecuencia de los llamados ‘mandatos de la masculinidad’, presiones sociales que por siglos se han internalizado en los varones, como el no poder reconocer ni manifestar emociones, depender del alcohol u otro tipo de sustancias para escapar de la realidad cotidiana o demostrar temeridad y valentía desmedida para comprobar una masculinidad imponente”, señaló la alcaldesa, Claudia Rivera Vivanco.
Explicó que esta problemática sistémica necesita ser atendida desde la parte generadora de violencia, visibilizando y no normalizando las razones que la detonan.
Usuarios de la línea 22 23 13 77 87 podrán externar libremente su frustración, enojo, miedo, ansiedad e ira, pues serán escuchados de forma activa y se les brindará un acompañamiento profesional que les permita alcanzar soluciones no violentas. De ser necesario, se les canalizará a otras instancias si se detectan padecimientos como depresión o dependencia a sustancias nocivas.
Cambiar el pensamiento machista y desprender progresivamente los estereotipos arraigados a roles de género, es prioridad para el Departamento de Nuevas Masculinidades del Ayuntamiento de Puebla. A través de espacios para la concientización y reflexión, se guiará a los hombres de la capital poblana a reconocer y asumir las responsabilidades que conlleva la igualdad sustantiva y el derecho de las mujeres a vivir una vida libre de violencia.
“Es urgente eliminar las brechas que separan en responsabilidad a los hombres de las mujeres”, aseveró Catalina Pérez Osorio, titular de la SISG.
Estas acciones refrendan el compromiso del Gobierno de la Ciudad por fomentar condiciones para prevenir dinámicas de violencia y deconstruir las conductas y valores arraigados a los roles de género, sobre todo en estos momentos de emergencia sanitaria.