Aun con el crecimiento de la televisión de paga -que ahora suma plataformas como Netflix, Disney o Amazon, la televisión abierta continúa como el medio de comunicación con mayor cobertura e importancia en el país, con presencia cotidiana significativa en niñas y niños, razón por la cual los programas más consumidos en México se relacionan con las telenovelas, noticiarios y los llamados unitarios (series de una hora y de transmisión semanal).
“Cuando hablamos del Día Mundial de la Televisión, siendo un medio de comunicación tan influyente, sigue siendo obligado contar con organismos efectivos de autorregulación para las televisoras; es determinante que las audiencias conozcan su derecho a recibir contenidos de calidad y que respeten los derechos humanos”, afirma el conductor del programa Media 20.1, que se transmite por TVUNAM, Gabriel Sosa Plata.
La emisión pública es una estrategia fundamental para fomentar la diversidad y pluralidad de contenidos y, de cierta manera, contrarrestar los de la comercial que, desde mi punto de vista, en algunos casos continúan con la transmisión de contenidos con una enorme irresponsabilidad, añade el maestro en Ciencias de la Comunicación por la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM.
De acuerdo con el experto, el problema es que a partir de la modificación a los lineamientos de clasificación de los programas, las audiencias infantiles reciben contenidos no aptos para su edad. Igualmente, se amplió la franja para transmitir contenidos para adolescentes y adultos, y se redujo la protección para niñas y niños.
En consecuencia, los menores están expuestos a programación inadecuada para su edad a partir de las 16:00 horas; conforme se acerca la noche, hay más que incumple con los principios de interés superior de la niñez, acota.
“Sigue existiendo la transmisión, en la televisión comercial, de contenidos discriminatorios, particularmente hacia la comunidad LGBTTTIQ+, y se sigue insistiendo en contenidos que subestiman a la comunidad indígena del país, que poco ensalzan su labor y la importancia que tienen estas culturas para nuestra identidad nacional. Al mismo tiempo las personas con discapacidad continúan teniendo una escasa presencia, siempre es en un lado paternalista y hay prácticas que habría que corregir”, enfatiza el periodista.
La gran industria
El 21 de noviembre se celebra el Día Mundial de la Televisión a iniciativa de la Organización de las Naciones Unidas, que en febrero de 1997 lo proclamó en recuerdo del primer Foro Mundial de la Televisión, en el cual se destacó que la información debe estar al servicio de la humanidad, conforme con los principios de la libertad de información, así como con los de independencia, pluralismo y diversidad de los medios de comunicación.
Los orígenes de la televisión mexicana se remontan a 1933-1934, cuando el ingeniero Guillermo González Camarena inició sus experimentos en la materia, con un equipo construido por él para luego ensayar transmisiones a color en 1939, sistema que patentó un año después en México, y en 1942 en Estados Unidos; lo denominó Tricromático por estar basado en los colores verde, rojo y azul.
En 1941 se integró la Cámara Nacional de la Industria de la Radiodifusión. De 1944 a 1949 el gobierno de México recibió solicitudes para la concesión comercial de canales de televisión por parte de empresarios. Este medio de entretenimiento inició operaciones en la década de 1950, principalmente financiada por dueños de las cadenas de radiodifusión, y logró gran desarrollo al multiplicarse los receptores domésticos. A partir de ese momento, la televisión fue incorporada oficialmente a ese organismo.
En la actualidad, en nuestro país, de acuerdo con la Encuesta Nacional sobre Disponibilidad y Uso de Tecnologías de la Información en los Hogares (ENDUTIH) 2021, elaborada por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía y el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), 33.4 millones de hogares cuentan con al menos un televisor, lo que representó 91.2 por ciento del total de esos.
Adicionalmente, según la Encuesta Nacional de Consumo de Contenidos Audiovisuales 2020-2021, del IFT, 54 por ciento de los hogares mexicanos cuenta solo con señal de televisión abierta; las personas reportaron que del tiempo dedicado a este medio 64 por ciento vio noticias, 45 por ciento películas y 20 por ciento caricaturas. Los canales más vistos fueron: La Estrellas, Canal 5 y Azteca 7; 56 por ciento de estos usuarios argumentaron que el precio es la principal razón para contratar un servicio de paga.
El 46 por ciento de las audiencias contaba con al menos un sistema de televisión de paga, aunque 68 por ciento de los usuarios afirmó que también consumía los de la abierta. Adicionalmente, 56 por ciento de quienes tenían este servicio refirieron que la principal razón para contratar el servicio era tener más opciones.
Respecto a otras plataformas de paga, YouTube es utilizado por 79 por ciento de las personas que consumen contenidos por internet, seguido por Netflix (44 por ciento), Facebook (17 por ciento), Prime Video (nueve por ciento) Disney+ (siete por ciento) y TikTok (cuatro por ciento); asimismo, 51 por ciento de quienes ven contenidos por internet pagan una suscripción periódica, mientras que 86 por ciento usan páginas de libre acceso.
Nueva forma para producir
Ante este panorama, Gabriel Sosa Plata, también Defensor de las Audiencias, destaca:
Los medios públicos son esenciales si lo que se busca es la transformación del país. Ahora que estamos en una etapa así y de cambio, es necesario fortalecerlos. En el Día Mundial de la Televisión es esencial referirse a la trascendencia de los medios públicos en la sociedad y otorgarles lo que sea posible para que realicen, de mejor manera, su labor.
Ejemplo de ello es la televisora universitaria que ofrece contenidos con gran responsabilidad social, los cuales buscan mostrar la pluralidad cultural de México, atender a los diferentes tipos de audiencias: jóvenes, niñas y niños, comunidad LGBTTTIQ+, personas mayores, pueblos y comunidades indígenas, etcétera, considera el comunicador.
Muestra de ese compromiso, refiere, fue la labor realizada por TVUNAM durante el periodo más álgido de la pandemia cuando se adaptó a una nueva forma para producir televisión y, al mismo tiempo, aprovechó el gran conocimiento que genera la Universidad Nacional para transmitir contenidos con alta calidad, con un lenguaje sencillo y gran responsabilidad periodística.
Se tuvo como base los hechos científicos para dar a conocer las implicaciones, consecuencias y medidas de prevención a partir de la covid-19, que transformó el mundo y la vida cotidiana de millones de personas, resalta Sosa Plata.
Y subraya: la televisión pública tiene una responsabilidad doble, porque vive de los recursos de la sociedad y le da un compromiso mayor respecto a la calidad de los contenidos. Por lo tanto, también deben contar con mecanismos de autorregulación efectivos, con defensores de las audiencias, códigos de ética y consejos ciudadanos, todos estos mecanismos establecidos en la ley.
Cabe mencionar que para que las audiencias cuenten con herramientas para observar de una manera crítica los contenidos de ese medio de comunicación, la Unesco impulsa la llamada “alfabetización informacional”; es decir, que conozcan quiénes son los emisores, los intereses de las empresas o plataformas, que aprendan a identificar las fake news; o bien, los contenidos discriminatorios y que no los reproduzcan.
Foto: UNAM