Lo aquí escrito no pretende, ni por mucho, ser la historia de la exgobernadora Martha Erika Alonso y de su esposo, el también exgobernador y senador de la República, Rafael Moreno Valle, es simplemente la recapitulación de una serie de acontecimientos, que antecedieron a la muerte de ambos personajes, con quienes conviví y durante muchos años.
Además de recopilar una serie de acontecimientos, la publicación se basa en una serie de conversaciones informales que sostuve después de la muerte de Martha Erika y Rafael, con cuatro personajes centrales dentro de la vida de ambos, la mejor amiga de ella y su directora de Comunicación, Sandra Izcoa, el actual diputado local, Marcelo García Almaguer, el expresidente municipal de Puebla y por breve espacio jefe de la oficina de la gobernadora, Luis Banck Serrato y el también exgobernador, Antonio Gali Fayad.
Con todos ellos, platique durante los primeros días del mes de enero de este año, tras la muerte de la gobernadora y el senador, acaecidos en un accidente de helicóptero, el cual se desplomó a los 10 minutos de haberse elevado, cuando se dirigían a la ciudad de México el 24 de diciembre del 2018, alrededor de las 14:40 horas
Junto con Martha Erika Alonso falleció también su esposo el senador de Acción Nacional, Rafael Moreno Valle, el capitán Roberto Cope, de amplia experiencia en la operación de aeronaves, el primer oficial, Marco Antonio Talavera y el secretario privado de Rafael, Héctor Baltazar.
Todo esto se detalla con el debido respeto a la familia de los fallecido en el accidente y especialmente de la madre de la exgobernadora Martha Hidalgo y sus hermanos, así como para los padres y familiares de todos los que estuvieron involucrados en ese fatídico día, que cambio diametralmente la historia de Puebla.
En estas entregas, las cuales no necesariamente siguen un orden cronológico, se cuentan anécdotas, momentos y situaciones que se vivieron a partir de la victoria electoral obtenida por Martha Erika Alonso, el 1 de julio del 2018, la refriega registrada en el hotel MM el lunes 2 de julio, el conflicto poselectoral, el recuento voto por voto ordenado por el TRIFE el 20 de septiembre, el fallo del Tribunal el 9 de diciembre, la toma de posesión de Martha el día 14, sus 10 días de administración, su muerte el 24 y los hechos y traiciones que derivaron el interinato de Guillermo Pacheco Pulido.
Los invito a adentrarnos en este breve y apasionante capítulo robado de la historia de Puebla.
Cuentan los más cercanos colaboradores del senador de la República, Rafael Moreno Valle, que el también exmandatario, repetía una y otra vez, que “nadie se quiere pelear con el águila”, en referencia a que solo un loco se quiere pelear con el presidente de la República.
Esta frase la solía repetir una y otra vez, el senador panista, como ocurrió el 14 de diciembre del 2018, día de la toma de posesión de su esposa, Martha Erika Alonso, como gobernadora de Puebla.
Rafael platicaba con un grupo de invitados que acudieron a escuchar el mensaje que dirigió ese día, la ya gobernadora de Puebla, en el auditorio de la Reforma.
Entre el grupo con el que platicaba Moreno Valle se encontraba el exgobernador de Chiapas y recién electo senador, Manuel Velasco, el líder nacional del PAN, Marko Cortés, con quien Moreno Valle había celebrado una alianza y el también senador de Movimiento Ciudadano, Dante Delegado.
Mientras se llevaba a cabo la salutación de Martha, a lo lejos Rafael platicaba con este grupo, detrás de ellos, atentos a la plática estábamos, el empresario José Hanan y quien esto escribe.
Rafael estaba eufórico, pero también dejaba ver su preocupación, el tema central era, que en menos de un mes, la había propinado dos reveces al presidente de la República, el 9 diciembre, el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación con 4 votos a favor y 3 en contra, le había otorgado la victoria a su esposa, Martha Erika Alonso, en contra del dictamen del magistrado ponente, José Luis Vargas, quien proponía la anulación de la elección.
Días antes, Moreno Valle, quien había sido nombrado coordinador de los senadores de Acción Nacional, habían interpuesto ante la Suprema Corte de Justicia de la Nación un recurso de inconstitucionalidad, en contra de la Ley de Remuneraciones, propuesta por el presidente López Obrador, a la cual le había dado entrada el máximo Tribunal de nuestro país, la Suprema Corte de Justicia
Moreno Valle se había constituido en el máximo líder opositor en el país, había establecido alianzas con el senador de Morena, Ricardo Monreal, con el gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro y diversos magistrados de la Suprema Corte de Justicia de la Nación.
Lo que muy pocos saben, es que realmente Moreno Valle no quería confrontarse con el presidente López, el poblano buscaba edificar una serie de alianzas, que lo llevarán a negociar con el presidente de la República, el cual en todo momento se había negado a sentarse con el legislador.
“Nadie quiere pelearse con el Águila”, repetía una y otra vez el senador panista, quien había buscado desde la campaña, acercamientos con quien ya se perfilaba para ser el próximo presidente de la República.
Rafael había buscado afanosamente el que su amigo, el gobernador de Chiapas, Manuel Velasco, pudiera sentarlo con López Obrador, pero una y otra vez, el tabasqueño, había rechazado la oferta. Incluso, se dice que la última vez que el “Güero” sugirió al hoy presidente el sentarse con Rafael, la negativa fue tan contundente que el propio Manuel, decidió ya no insistir, pues ponía en riesgo su propia posición.
El senador panista buscó también el acercamiento a través de su amigo, el ex priista y ex secretario de Gobernación en la era de Ernesto Zedillo, Estaban Moctezuma Barragán, quien había presidido la llamada Fundación Azteca, la cual gozó de amplios privilegios durante el sexenio de Moreno Valle, pero tampoco Moctezuma pudo lograr sentar a Rafael y a López Obrador.
A duras penas, Esteban Moctezuma pudo rescatar a Luis Maldonado Venegas, quien se había desempeñado como secretario de Educación Pública y de Gobernación, durante la administración de Moreno Valle en Puebla.
Rafael estaba herido en su orgullo, pero buscaba a toda costa tratar de recomponer su relación con quien el 1 de julio del 2018 ganó la presidencia de la República. El último intento de Rafael por tratar de tener un acercamiento, lo buscó vía el todavía mandatario, Enrique Peña Nieto, pero también fue rechazado.
“Nadie se quiere pelear con el Águila”, repetía una y otra vez, sabedor de que era un suicidio, estar peleado con el presidente de la República, pero Moreno Valle confiaban en que ratificada su esposa como gobernadora de Puebla y tras imponer el recurso en contra de la Ley de Remuneraciones, tendría el capital suficiente para pronto poderse sentar a negociar con el mandatario, pero ese día, nunca llegó, 10 días más tarde, perdería la vida.
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