Funcionarios, especialistas y médicos destacaron la necesidad de reforzar las campañas informativas para concientizar a la población sobre los graves riesgos que representan el sobrepeso y la obesidad.
En el segundo día del conversatorio para la “Promoción de la Salud. Sobrepeso y Obesidad”, organizado por la Comisión de Salud, que preside el senador Américo Villarreal Anaya y el Centro de Capacitación y Formación Permanente del Senado, se mencionó que las enfermedades cardiovasculares deben tener especial atención por parte del Gobierno, del Poder Legislativo y la sociedad civil.
Cynthia Murrieta Moreno, directora general del CECAFP, reiteró que durante toda la semana se realizarán estos conversatorios, los cuales serán una importante herramienta para visibilizar y disminuir estos padecimientos que anualmente cobran miles y miles de vidas.
A su vez, Araceli Aizpuru de la Portilla, presidenta de la Fundación Ellen West, solicitó a la Cámara de Senadores trabajar en coordinación con organizaciones civiles, para realizar campañas informativas preventivas, así como espacios adecuados para tratar el grave problema de salud pública que tiene México por los trastornos alimenticios.
Al impartir la ponencia “Política Pública y Trastornos de la alimentación: Logros y Retos”, manifestó que el sobrepeso y la obesidad son mortales y afectan a todas las clases sociales, por lo que se debe contar con tratamientos integrales y multidisciplinarios, debido a que detectados a tiempo son curables.
En su participación, Armando Barriguete Meléndez, director de la Fundación Mexicana para la Salud, puntualizó que la obesidad y el sobrepeso se acrecentaron en la población debido a las restricciones de movilidad por la pandemia de Covid-19.
Al presentar los resultados de la medición de indicadores de salud en el Senado, realizado en diciembre de 2020, reiteró que se deben considerar estrategias conjuntas para reducir el riesgo cardiovascular que afecta a las y los mexicanos.
“El compromiso por la salud es tener indicadores para poder identificar diversos perfiles y hacer estrategias preventivas colectivas, con una alimentación saludable y ejercicio, con las que se podría tener una disminución del 3 al 5 por ciento en los riesgos cardiovasculares”.