Mientras el total de personas que se han visto obligadas a huir de sus ya supera los 10 millones, alrededor del 25% de la población, la ONU advirtió este lunes que la media de bombardeos rusos a las instalaciones sanitarias ya supera las dos al día.
«Seguimos profundamente preocupados por el impacto en los civiles atrapados en las ciudades del este, noreste y sur de Ucrania, entre ellas Chernihiv, Sumy, Kharkiv, Izyum, Donetsk, Mykolaiv y Mariupol», declaró hoy el portavoz de la ONU, Stéphane Dujarric, durante su rueda de prensa diaria ante los medios de comunicación acreditados ante la sede de la ONU en Nueva York.
Las cifras registradas desde el 24 de febrero no engañan. Desde la fecha en que comenzó la invasión rusa a Ucrania más de 10 millones de personas se han visto obligadas a abandonar sus hogares en busca de seguridad, casi una cuarta parte de la población.
Estas cifras incluyen a unos 6,5 millones de hombres, mujeres y niños desplazados internamente, según los datos que maneja la Organización Internacional para las Migraciones, y a casi 3,5 millones de personas que han cruzado las fronteras internacionales de Ucrania como refugiados, de acuerdo con la información que posee la Agencia de la ONU para los refugiados.
Los datos de la Organización revelan que el 13,5% de los nuevos desplazados y ya tuvieron una experiencia previa de desplazamiento durante 2014 y 2015, cuando el ejército ruso se anexionó Crimea y respaldó a los militantes separatistas en las regiones orientales de Luhansk y Dontetsk.
«Muchos de los desplazados son especialmente vulnerables, mujeres embarazadas y lactantes, personas mayores, con discapacidades, enfermedades crónicas y personas directamente afectadas por la violencia», destaca un comunicado de la OIM que indica que más del 60% de los responsables de cada familia están acompañados por niños, y más del 53% de los desplazados internos son mujeres.
Las necesidades más apremiantes son los medicamentos, los servicios sanitarios y los recursos financieros. Unos 186.000 de los desplazados son nacionales de terceros países.
«La magnitud del sufrimiento humano y del desplazamiento forzoso debido a la guerra supera con creces cualquier previsión del peor caso», afirmó el director general de la Organización.
António Vitorino añadió que su máxima prioridad es «responder a las necesidades de los desplazados internos y desamparados en Ucrania” y que sus equipos prestaron ayuda de primera necesidad a miles de personas, “pero necesitamos que cesen las hostilidades para poder llegar a las personas en las zonas gravemente afectadas».
Las organizaciones humanitarias también están preocupadas por el riesgo de trata y explotación sexual y la Organización Internacional para las Migraciones ha intensificado sus medidas de prevención contra ese flagelo facilitando información contrastada y segura a los refugiados y a los nacionales de terceros países que se desplazan.
Con información de ONU Noticias