En un vídeo sobrecogedor divulgado este lunes, militares mexicanos ordenan un asesinato después de un enfrentamiento. Ocurrió el 3 de julio, en Nuevo Laredo. Los balazos habían terminado. Los soldados rodeaban una de las camionetas contrarias. En las imágenes, publicadas por el diario El Universal, se ve que una persona levanta la cabeza de la batea de la pick up. Entonces, uno de los uniformados grita: “¡Está vivo!”. Y otro contesta, “¡mátalo a la verga!”. Aquel día murieron 12 civiles según la cuenta del Ejército. No hubo heridos.
El enfrentamiento ocurrió de madrugada. Un convoy militar patrullaba una avenida en Nuevo Laredo, Tamaulipas, en el noreste de México, cuando un grupo de civiles armados los atacó a balazos. Esa es al menos la versión que dio el Ejército. Los militares contestaron. Uno de los soldados, el que iba a cargo de la ametralladora de una de las camionetas castrenses, grabó todo con su cámara reglamentaria. Fueron cientos de disparos.
Hasta ahora se conocía parte del vídeo que grabó el soldado, publicado por el propio Ejército en julio. En las imágenes se ve la torreta de la camioneta y al soldado que porta la cámara disparando aunque no es posible apreciar a qué distancia están los presuntos criminales.
La violencia de las imágenes ha impactado aún más porque al menos tres de los muertos no eran parte de ningún grupo criminal y recibieron disparos a corta distancia. Al contrario, habían sido secuestrados días antes por los criminales y aquel día estaban atados, encerrados en una de las camionetas de los criminales. Sin embargo, la Secretaría de la Defensa evitaba diferenciarlos en sus reportes.
Este lunes, el presidente, Andrés Manuel López Obrador, se refirió a las imágenes, diciendo que investigará lo sucedido. “Hoy mismo en la mañana di instrucciones al secretario de la Defensa Nacional para que se investigue porque nosotros no vamos a permitir estas prácticas. Eso se hacía antes, había la consigna de rematar a los heridos en enfrentamientos”.
Las imágenes sugieren, sin embargo, que los enfrentamientos siguen resolviéndose de la misma manera que en el pasado y alimenta el debate sobre la opacidad de las Fuerzas Armadas en el manejo de información sensible para la opinión pública. El vídeo publicado este lunes era conocido por los mandos del Ejército pero se ocultó durante más de seis semanas sin que se tomaran medidas hasta su publicación en la prensa. Paralelamente, pone en entredicho la actuación de la fiscalía, encargada de las investigaciones desde julio.
Criticado por perpetuar el papel policial de los militares, López Obrador y su Gobierno enfrentan ahora las dudas sobre una estrategia que genera nuevos problemas a los que intenta sofocar. Casos parecidos al de Nuevo Laredo han ocurrido en las dos Administraciones pasadas -las ejecuciones de Tlatlaya, o el asesinato de los dos estudiantes del Tec, en Monterrey, por ejemplo- pero el mandatario trató de marcar distancia, señalando que los militares ya no reprimirían.
Las imágenes reveladas, sin embargo, señalan la distancia entre los deseos del presidente y los puntos oscuros que deja la lucha contra el crimen organizado. El vídeo evidencia que ningún otro militar llevaba encendida la cámara reglamentaria y agita el debate sobre el papel que desempeñan los militares desplegados en las calles, ajenos al escrutinio de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana.
Con información de El País / El Universal
Foto: Captura de pantalla