Una paciente que había optado por la eutanasia como solución a su enfermedad terminal sufrió un trágico final. El proceso, que en Bélgica es legal, terminó de manera inesperada cuando los fármacos letales no surtieron efecto. Según informes locales, el médico a cargo habría utilizado una almohada para asfixiar a la paciente y poner fin a su sufrimiento.

El caso de Alexina Wattiez: Eutanasia y muerte
Alexina Wattiez, una mujer de 36 años, decidió someterse a la eutanasia en marzo de 2022 después de que su salud se deteriorara gravemente debido a un cáncer terminal.

La eutanasia en Bélgica involucra la visita a domicilio de un médico y dos enfermeras para supervisar el procedimiento, brindando a los pacientes la opción de poner fin a su sufrimiento de manera legal y controlada.

Una eutanasia que salió mal
A pesar de que todo estaba planeado meticulosamente, el procedimiento de eutanasia no se desarrolló como se esperaba. Cuando los fármacos letales no lograron el efecto deseado, el médico a cargo aparentemente tomó la decisión de utilizar una almohada para asfixiar a la paciente. En ese momento, la pareja y la hija de Alexina no estaban presentes en la habitación, ya que optaron por salir cuando se administraron los medicamentos letales.

La familia de la paciente, al enterarse de lo sucedido, quedó conmocionada. Describieron la situación como «extraña» y «desordenada», con un alto grado de improvisación y confusión. Además, reportaron haber escuchado gritos provenientes de la habitación.

Un examen post mortem revela la verdad
Tras un examen post mortem, se determinó que Alexina Wattiez había fallecido por asfixia. Como resultado, la familia decidió presentar una demanda civil contra los profesionales médicos involucrados en el procedimiento.

Renaud Molders-Pierre, abogado que representa a la familia de Alexina, reveló que el producto que debía ser inyectado a la paciente se había agotado. Las dos enfermeras presentes tenían una relación cercana con la paciente, habiendo cuidado de ella durante meses. Esto, según el abogado, llevó a los asistentes sanitarios a tomar una decisión desesperada: utilizaron una almohada para poner fin al sufrimiento de Alexina.

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