Nunca está de más tomar precauciones.
Los videojuegos son un pasatiempo de los más recurrentes, sin embargo, tiene algunos riesgos si no se toman medidas de seguridad como las que te compartimos a continuación.
La Asociación Española de Videojuegos (AEVI) ha compartido una serie de buenas prácticas dirigidas a los padres para comprar y utilizar los videojuegos de la forma más adecuada y en un entorno seguro, que incluyen desde la importancia de elegir juegos adecuados para cada edad respetando los códigos PEGI hasta la configuración del control parental en los dispositivos o el establecimiento de límites de compras.
TIEMPO DE PANTALLA
Lo importante es compartir esos momentos de forma segura. Las herramientas de control parental están diseñadas para dar a los padres más visibilidad sobre cómo juegan sus hijos, y pueden ser utilizadas para tener conversaciones honestas con ellos sobre cómo y por qué juegan, por qué les gustan tanto, con quiénes juegan o qué habilidades están desarrollando.
Desde AEVI recomiendan repasar con los hijos la configuración del tiempo de pantalla de la consola, pero hacerlo mientras se mantiene una conversación abierta y sincera. Por ejemplo, preguntando a los hijos qué tiempo considera adecuado y por qué.
RESPETO DE LAS EDADES RECOMENDADAS PARA CADA VIDEOJUEGO
A veces los padres temen que sus hijos jueguen a videojuegos que no son adecuados para su edad. Los códigos PEGI son un sistema europeo de clasificación de juegos que tiene en cuenta la clasificación por edades y el contenido (sensible) del juego.
Esta clasificación por edades se encuentra en el embalaje del juego si se adquiere en formato físico, pero también en su descarga digital. Y se puede complementar con el control parental del ‘software’ o del ‘hardware’, que también suele permitir establecer categorías de edad para que los niños no puedan jugar a videojuegos que estén por encima de su franja de edad.
CHATS Y COMUNICACIÓN EN LÍNEA
Con el auge de los juegos multijugador, los niños y jóvenes pueden comunicarse con sus amigos y familiares mientras juegan. Este elemento social es a menudo lo que hace que los videojuegos sean tan divertidos para ellos y les proporciona beneficios sociales.
Los padres, por otro lado, a veces pueden tener dudas sobre la comunicación ‘online’ de sus hijos, como indica un estudio realizado por GAD 3 para Empantallados y citado por AEVI.
También en este caso, los desarrolladores de ‘software’ han encontrado una solución; fabricantes de consolas como Sony, Nintendo y Microsoft, por ejemplo, tienen opciones que permiten ver con quién chatean los hijos en los videojuegos y, si es necesario, limitarlo. Asimismo, se puede utilizar el control parental para controlar lo que su hijo puede y no puede compartir en Internet.
COMPRAS
Algunos videojuegos ofrecen opciones de compra de ciertos componentes del juego a cambio de un pago, con los pueden personalizar sus personajes u obtener algunas ventajas para avanzar.
Los controles parentales permiten establecer límites de compra o restringir las compras por completo para que, como padre, se pueda mantener el control sobre las compras ‘online’ de sus hijos.
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