La sociedad empieza a construir un mundo sustentable a través de nuevas tecnologías que encuentran sus bases en la naturaleza y su sabiduría.
Para Arnold Ricalde de Jager, director de ORGANI-K, el futuro de México debe ser sustentable y colectivo. Herramientas como la emulación de ciclos, el ecodiseño y la regeneración de recursos son fundamentales para lograr esto, y tienen sus bases en la economía circular, sistema que hace frente al capitalismo voraz que fomenta el consumo desmedido. Así lo expuso el especialista durante una cátedra impartida en la Ibero Puebla.
Si bien estos conceptos son relativamente nuevos, no implica que sean complicados. Esto lo deja claro el experto, pues no se trata de falta de recursos o capacidades, sino de voluntad política, ya que las soluciones circulares toman los recursos naturales y replican sus sistemas de creación y regeneración, por lo que no hay desperdicio ni falta de planeación.
“[La economía circular] no se está tomando en cuenta en la forma en que se toman las decisiones. Ese desgaste ecológico no se toma en cuenta, por ejemplo, al hacer políticas públicas, y no se toma en cuenta al momento de hacer proyecciones económicas”. Por ello, aseguró, es necesario repensar la vida como la conocemos a través de estrategias de economía circular.
La economía circular se basa en tres principios básicos que tienen como cometido terminar con la economía lineal y evidenciar las externalidades negativas que tiene al medioambiente. El primer principio es tratar de emular a la naturaleza y sus ciclos naturales.
Acciones como el compostaje y el diseño de productos o estrategias a través de la biomímesis —que es la aplicación de soluciones y diseños que se dan en el medioambiente, a la vida cotidiana— son claros ejemplos de que es posible aplicar este principio a nivel personal y comunitario.
Esas aplicaciones también son posibles en los otros dos principios: la reducción de desechos y la regeneración de recursos. Si bien los tres ejes planteados por Ricalde de Jager van de la mano, estos dos últimos son esenciales para la industria y el comercio.
En una economía creada para producir sin tomar en cuenta la explotación de los recursos, es revolucionario empezar a producir sin deshechos y, además, dar nueva vida a lo utilizado. “La regeneración es mucho más innovadora que la sustentabilidad. En la sustentabilidad se nos dice que estamos contaminando un 20% menos, pero en la economía circular se nos dice: ‘No contamines. Y, además, debes de regenerar’”.
Arnold Ricalde ve en la economía circular una oportunidad única “para cambiar nuestros hábitos y la forma en que nos estamos desarrollando como sociedad”. Por ello, busca generar consciencia e impulsar un cambio a través de pequeñas acciones que pueden cimentar las bases para un futuro donde prime el cuidado del medioambiente.