Entre las cosas más ‘traumáticas’ para un hombre está salir de compras con su novia, esposa, hija, madre, tía o cualquier otra mujer. Son pocos los que consiguen armarse de valor y acompañar a su pareja sin rechistar. La mayoría tirará de una batería de excusas inverosímiles antes de pasar por esa pesadilla. Y es que ir de compras es una de las actividades donde más abundan los tópicos y las diferencias entre sexos.
Así que cuando una novia le pide a su pareja que le acompañe de tiendas, en realidad está abriendo la caja de los truenos. Para muchos es una auténtica penitencia. A partir de ese momento ha comenzado una tremenda pesadilla a la que no sabrán cómo o cuándo poner fin.
“¿Me queda bien?”
Si hay alguna pregunta trampa en el universo pareja, esta se lleva la palma. En serio si te la formulan, piénsate bien la respuesta porque es una ‘invitación’ para discutir durante horas. Por eso, las mujeres chinas han ‘evolucionado’ y han optado por agenciarse un ‘profesional’. ¡Y van de esta guisa!
El lema de este tipo de servicios es ofrecer relaciones mejores que las reales y evitar pedir favores. De modo que lo que comenzó como una original promoción para el 8 de marzo (Día Internacional de la Mujer) se ha convertido en una tendencia, una estrategia para atraer a las denominadas ‘compradoras solitarias’ para quienes es “más fácil y agradable contratar a un amigo o a una pareja que satisfaga sus necesidades emocionales, y con quien puedan ser ellas mismos”.
Por eso, en algunos centros comerciales de China han empezado a proporcionar un curioso servicio dirigido a las clientas que deseen tener un acompañante durante una jornada de compras. Los llamados ‘novios de alquiler’ les ayudan a llevar las bolsas o a decidir qué ropa comprar.
Caminando a través de galerías de los centros comerciales de ciudades chinas como Hebei o Foshan, es habitual ver hombres jóvenes y apuestos en marcos gigantes con forma de caja de muñecas, decorados con corazones.
Se les llama ‘novios de compras’ y pueden ser alquilados por hora por compradores solitarios que buscan compañía. Las tarifas comienzan a partir de 1 yuan (USD 0.15) por hora. También les ofrecen consejos de moda, les muestran su apoyo y toman fotografías para compartirlas en redes sociales.
Aunque pueden charlar e incluso tomar una copa o comer algo en los patios de comida de los centros comerciales, ahí se acaba el compadreo, porque una de las reglas principales del servicio es evitar cualquier contacto físico.
El último en ofrecer este inusual servicio -requerido por mujeres de entre 20 y 40 años- ha sido un centro comercial de la localidad de Handan, en la provincia norteña de Hebei, donde chicos jóvenes, elegantemente vestidos con traje y pajarita, ofrecen este servicio que solo cuesta 1 yuan (unos 13 céntimos de euro) por 30 minutos.
La demanda de este servicio ha sido tal, que la cosa se ha ido sofisticando. Eso sí, el coste también. De hecho, los precios se han incrementado un 50 por ciento este año y hasta se permite regatear.
En los últimos meses, esta tendencia ha ido ‘mutado’ y ahora también existe la opción de hacerse con un hombre durante un solo día cuesta 145 euros como precio inicial.
El coste final del ‘producto’ sube en función de la edad y educación de hombres o mujeres, tal como se deprende de la publicidad relativa a esta práctica en la red social Weibo, una de las más populates en China. “¡Ven, date prisa en alquilarme! Puedo levantar objetos pesados, recogerte la ropa y hasta cocinar. La clave es que soy soltero y tengo 20 años “, se lee en un post.
El caso es que alquilar novios, familiares o amigos se ha onvertido en una moda muy rentable en China y Japón.
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