La Secretaría de Salud en conjunto con la Organización Panamericana de la Salud (OPS), implementa acciones integrales para avanzar en la eliminación de la transmisión vectorial intradomiciliar de la enfermedad de Chagas en las entidades federativas con elevado riesgo de transmisión.
La enfermedad de Chagas es una afección parasitaria, sistémica, crónica, causada por el protozoario Trypanosoma cruzi. El principal mecanismo de transmisión es a través de la picadura de chinches infectadas o por el depósito de heces de estos vectores en heridas o mucosas de la persona. También se puede adquirir por transfusión de sangre, trasplante de órgano, consumo de alimentos contaminados y/o durante el embarazo o el parto.
Existen dos etapas o fases clínicas: aguda y crónica. La fase aguda se desarrolla en las semanas siguientes después de contraer la infección, debido a que una gran cantidad de parásitos circulan en la sangre, lo que ocasiona hinchazón en la zona de la picadura, fiebre, dolor de cabeza, náuseas, ganglios linfáticos agrandados, dificultad para respirar y dolor de músculos, así como en el área abdominal o pecho.
Entre 70 y 80 por ciento de las personas se mantienen asintomáticas toda su vida; en el resto, la enfermedad evoluciona a cuadros crónicos sintomáticos, asociados con daño al corazón, tubo digestivo y/o sistema nervioso.
Cerca de 30 por ciento de las personas sufre algún tipo de daño cardíaco, como miocardiopatía, alteraciones del ritmo y conducción en el corazón; aneurisma apical y/o insuficiencia cardíaca; y menos de 10 por ciento padece dilatación de colon o esófago por trastornos motores gastrointestinales. La falta de tratamiento provoca que la enfermedad avance a la fase crónica y afecte el sistema nervioso central, sistema nervioso entérico, aparato digestivo y corazón.
Esta enfermedad es endémica en 21 naciones del continente americano y afecta a cerca de seis millones de personas. En México, en 2021 la Dirección General de Epidemiología reportó 315 casos en fase crónica y 12 en etapa aguda. Los estados de Guanajuato, Jalisco, Nuevo León, Tamaulipas y Veracruz reportaron el mayor número de casos crónicos.
El control integral de vectores es el método más eficaz para prevenir y eliminar la transmisión activa de la enfermedad de Chagas. Estas acciones incluyen verificación química con insecticidas en domicilios y peridomicilios infestados por el vector, así como educación y comunicación a la comunidad sobre el tema. Se ha documentado la presencia del vector de la enfermedad de Chagas en todos los estados del país.
Adicionalmente, se debe realizar el tamizaje serológico en donantes de sangre para prevenir la infección a través de la transfusión y trasplante de órganos, así como en las mujeres embarazadas durante las consultas de control prenatal para evitar el contagio connatal de la enfermedad. En 2021, en México se detectaron 11 mujeres embarazadas con enfermedad de Chagas.
La transmisión por la vía alimentaria se evita con buenas prácticas de manufactura, higiene en la preparación, transporte, almacenamiento y consumo.
Anteriormente existían limitaciones en la adquisición de medicamentos específicos, ya que muy pocos laboratorios de América Latina los producían. Hoy, gracias a la donación de la OPS se cuenta con los medicamentos nifurtimox y benznidazol para brindar tratamiento a todas las personas infectadas, de cualquier grupo de edad. El tratamiento es gratuito y se brinda en las unidades médicas de la Secretaría de Salud.