Con el respaldo del Consejo de Salubridad General (CSG), nuestro país avanza en materia de control de la resistencia a los antimicrobianos mediante la planeación, organización y puesta en marcha de la red nacional de vigilancia y seguimiento en centros de atención primaria, afirmó la directora general del Centro Nacional para la Prevención y el Control del VIH y el Sida (Censida) de la Secretaría de Salud, Alethse de la Torre Rosas.
En el contexto de las labores del Grupo de Trabajo Técnico Binacional México-Estados Unidos (BTWG, por sus siglas en inglés), impartió la conferencia virtual “Creación de una red nacional de vigilancia y seguimiento de la resistencia a los antimicrobianos en centros de atención primaria.”
Ante personas expertas en epidemiología procedentes de México y Estados Unidos, entre quienes se encontraban investigadores de los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por sus siglas en inglés), De la Torre Rosas destacó que 80 por ciento de las recetas de antibióticos se emiten en unidades de primer nivel de atención, por lo que resulta necesario contar con un mecanismo eficaz de recolección de información que permita controlar la resistencia a los antimicrobianos.
Dijo que es indispensable considerar a los antibióticos como agentes potencialmente nocivos a los cuales las personas pueden estar expuestas de forma innecesaria en diferentes ocasiones.
La especialista en epidemiología explicó que la resistencia a los antibióticos no sólo ocurre en hospitales y clínicas; está en las comunidades y poblaciones en movimiento, y se modifica conforme éstas cambian, de ahí la importancia de estos encuentros binacionales para ofrecer una respuesta coordinada.
Dio a conocer que en México existe un consenso interinstitucional que ha permitido homogeneizar los criterios y procesos en todas las instituciones involucradas, con el objetivo de trabajar de forma coordinada en contra de la resistencia frente a los antimicrobianos.
En nuestro país, un avance significativo tiene que ver con la puesta en marcha de un laboratorio específico para la vigilancia de la resistencia antimicrobiana, el cual está ubicado en el Instituto de Diagnóstico y Referencia Epidemiológicos (InDRE) “Dr. Manuel Martínez Báez” de la Secretaría de Salud.
Estos avances, subrayó, constituyen un gran paso porque “para combatir algo es necesario estudiarlo, y para estudiarlo es necesario crear una estandarización a nivel nacional”, para medir estudios con parámetros comparables.
Reiteró que estos esfuerzos están encaminados a combatir la creciente resistencia a los antibióticos, que se ha convertido en un problema de salud pública mundial; asimismo, constituyen herramientas útiles para mejorar los algoritmos diagnósticos, atención médica e identificación de brotes.
La titular de Censida destacó que, como resultado del consenso nacional y la participación de expertos, instituciones académicas y de atención médica, se impartió el “Curso sectorial de resistencia antimicrobiana”. Hasta esta fecha, 108 mil profesionales de la salud que laboran en el primer nivel de atención lo concluyeron y se han inscrito 124 mil para participar en capacitaciones subsecuentes.
Detalló que en el curso se abordan tópicos como: ¿Qué es la resistencia antimicrobiana? ¿Por qué es una amenaza a la salud global? ¿Cómo se lee un antibiograma? ¿Cuáles son los mecanismos de farmacodinamia y resistencia que se pueden llegar a presentar?, entre otros.
En el encuentro, el director general de Promoción de la Salud, Ricardo Cortés Alcalá, explicó que quienes participan en el trabajo integral tienen la clara visión de atender este problema de salud pública global, y agradeció al equipo que coordina las acciones interinstitucionales, encaminadas al uso correcto de los antimicrobianos, sobre todo en el primer nivel de atención.
Puntualizó que el personal médico interesado en tomar el curso sobre antimicrobianos puede inscribirse en la siguiente liga del Sistema Educativo de Salud para el Bienestar (Siesabi): https://bit.ly/CursoRAM
El BTWG fue establecido en 2012 y es un grupo multidisciplinario e interagencial que presenta y debate temas binacionales de salud pública. Es un mecanismo de carácter técnico compuesto por epidemiólogos a nivel federal, estatal y regional, tanto de México como de Estados Unidos, a través del cual se intercambia información epidemiológica relacionada con la frontera y que es de importancia para la salud pública.