Alrededor del 45% del país está presentando estrés hídrico en un nivel de medio a severo.

México es uno de los países que más consume agua en el mundo, y se estima que por persona se están consumiendo alrededor de 350 litros de agua por persona diariamente y si tenemos una familia muy numerosa el consumo será muy elevado, refirió Francisco Javier Sánchez Ruiz, profesor de la Facultad de Ingeniería Ambiental y Desarrollo Sustentable de la UPAEP.

Dijo que esta situación ha provocado que se comiencen a registrar en el país un estrés hídrico como se le denomina al manejo del agua y que se ha visto afectado por diferentes factores como es el cambio climático, factor primordial que ha generado este estrés hídrico; la falta de lluvias aunado al cambio climático, las elevadas temperaturas del planeta y por ende, esto ha provocado que la cantidad de agua se evapore por una parte y que por naturaleza se presente esta evaporación y la otra, es que no exista un reabastecimiento en lo que son las presas y los ríos tanto a nivel nacional como a nivel mundial.

Sánchez Ruiz comentó que en Puebla se observó que el año pasado por estas fechas se tenía en la presa de Valsequillo el 99% de almacenaje de agua, ahora, se tiene un 29% menos con relación al año pasado, lo que significa que se tiene el 70% de la cantidad de agua que el año pasado, situación que se proyectó desde el año pasado, por el cambio que se está registrando desde la perspectiva climatológica.

Dijo que se está observando que no existe un reabastecimiento debido a la presencia de lluvias. El año pasado se registró una disminución de lo que fue la temporada de lluvias de alrededor de un 25%. Este año se prevé que parte de la climatología nos está indicando que se va a presentar una disminución de entre el 25 al 30% con respecto del año pasado y para el siguiente año, si no se toman en cuenta las consideraciones adecuadas en poder suministrar la cantidad de agua necesaria para el flujo en caudales, obviamente se registrará una disminución muy sustancial y no se obtenga el 100% del vital líquido.

Francisco Javier Sánchez subrayó que a nivel nacional, México ya está presentando alrededor del 45% estrés hídrico en un nivel de medio a severo, esto indica que el norte del país ya está presentado un estrés hídrico severo, en donde las 120 presas que se localizan en esa zona, están presentando entre un 10 y un 30% de almacenamiento de este vital líquido.

Con respecto al occidente del país, está presentando un estrés hídrico medio, lo que significa que el país ya perdió cuatro de las presas más importantes, como son las presas de Uriangato con un 5% de almacenamiento; la presa de Infiernillo en Michoacán, que ya no se está reabasteciendo como años atrás y en el sur-oeste de país también se está presentado determinado estrés hídrico medio.

Por lo tanto, expresó que si no se toma conciencia desde la perspectiva del manejo adecuado del vital líquido, se pueden presentar un día cero, que significa que nos vamos a quedar sin agua, se tienen que ver todas esas vertientes desde la perspectiva ambiental y desde la perspectiva de la tecnología con que se cuenta actualmente para poder reabastecer ciertos ríos con el uso de plantas tratadoras de aguas residuales o por medio de sistemas de captación de agua pluvial que muchas veces se pierde en drenajes y en consecuencia no sólo se está poniendo en peligro el presente, sino también a las futuras generaciones de jóvenes.

Por su parte, Luis Andrés Cabrera Mauleón, profesor vinculador del Decanato de Ciencias Biológicas de la UPAEP, enfatizó que ante el escenario que se ve en el planeta es necesario contar con un equilibrio entre la escasez de agua y los excesos de la caída de agua en otras partes del mundo como es el caso de Sudamérica con las precipitaciones pluviales históricas.

Se puede observar la sequía que predomina en algunos lugares y por otro lado, el exceso de lluvias que provocan estragos en la población.

Dijo que al establecer una estrategia de abastecimiento de agua en diferentes puntos de los cauces en ríos y montañas, permitirá que se vayan reponiendo los mantos acuíferos existentes.

Luis Andrés Cabrera manifestó que en la producción agrícola, la tecnificación del riego es algo que beneficia a los cultivos de las diferentes especies de productos que ofrece el campo y a la vez, hacer efectivas las actividades de reforestación en las partes altas de las montañas para aprovechar toda el agua que baja de estos lugares para la producción agrícola.

Comentó que se debe ir evolucionando a sistemas de conducción y de riego mucho más eficientes como son los riegos por aspersión, por micros-aspersiones, entre otros.

Agregó que gran parte del riego de cultivos se lleva a cabo por las presas con que se cuenta. La presa de Valsequillo fue diseñada para el riego de la zona de Tecamachalco y Tehuacán, en donde se presenta una precipitación menor como la que se tiene en la zona centro.

Expresó que en caso de que no se abastezcan las presas, se corre el riesgo de que no llegue el agua a los cultivos y en los momentos que les llegue a faltar por el tema de la lluvia, se estará afectando la producción agrícola de granos básicos como frijol y maíz de estas zonas.

Por último, dijo que no se puede extraer más agua porque los mantos acuíferos se están secando, pero si se pueden optimizar los procesos de riego gracias a la tecnificación de los sistemas de riego.