A lo largo de los últimos 45 años se ha consolidado el proceso de construcción de las instituciones “que hoy nos permiten vivir en democracia”, destacó el Secretario General de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), Leonardo Lomelí, al reanudar las actividades del seminario Los desafíos de la democracia, a 45 años de la reforma política de 1977, organizado por el Instituto Nacional Electoral (INE) y la Cátedra ENCCÍVICA-Francisco I. Madero.
En este sentido, enfatizó, “lo importante es que reconozcamos que tenemos un sistema electoral sólido y robusto, precisamente porque quienes cuentan los votos y organizan las elecciones son los ciudadanos, por supuesto, apoyados por un sólido andamiaje institucional que provee el Instituto Nacional Electoral”.
Durante su conferencia magistral en el marco del seminario refirió cuáles son los desafíos que enfrenta la democracia mexicana y consideró que el principal tiene que ver con la cultura política.
“Es necesario que todos los actores políticos asuman plenamente su compromiso con la democracia, el cual pasa por saber ganar, saber perder, aceptar la disidencia y responder de manera civilizada y constructiva a la crítica”, dijo.
“Los procedimientos electorales por supuesto que son perfectibles, siempre y cuando no se pierda lo ganado en las últimas tres décadas de construcción de la institucionalidad electoral, en particular, la autonomía e independencia del INE. Los costos de los procedimientos electorales tenderán a disminuir a medida que se reduzca la desconfianza de los actores políticos”, argumentó.
Reivindican importancia de autonomías
Además, explicó que en una sociedad tan compleja, diversa y plural como la mexicana, “hay una enorme cantidad de acciones, omisiones, silencios e intereses y las autoridades -incluyendo las electorales- tienen que tratar de contender con todas estas cuestiones”, durante la mesa 4 del seminario titulada Autonomía, razones y condiciones.
Autonomías son parte del diseño democrático de México
En su intervención, el académico Fernando Castaños aseveró que el Poder Judicial, la Universidad Nacional Autónoma de México, la Comisión Federal de Competencia Económica (Cofece) y el Instituto Nacional Electoral “tienen distintas estructuras y se rigen por distintos códigos de procedimiento; esto subraya precisamente el carácter autónomo de cada una de estas entidades”.
“Si las distinciones entre las cuatro autonomías son pertinentes, no dejan de serlo igualmente sus similitudes. Las cuatro obedecen a mandatos constitucionales y legales que son parte del diseño democrático de México. En su gobierno interno, las cuatro han dado a la deliberación colegiada un papel central en la construcción de sus opciones de decisión y esto es así porque en todas ellas se conjuga la ponderación de razones con la libertad de conciencia”, apuntó el miembro del Instituto de Investigaciones Sociales de la UNAM.
La autonomía no funciona por sí misma
Al intervenir en esta mesa, el Comisionado de la Cofece, Alejandro Faya, recalcó que la autonomía no funciona por sí misma. “La autonomía tiene que acompañarse de muchos factores -incluyendo el económico- porque al final de cuentas lo que nos importa es que la autoridad funcione y cristalice los objetivos”.
“Independientemente de las visiones o ideologías, un sistema democrático son pesos y contrapesos. Yo creo que todos queremos eso, ya que la centralización de los poderes históricamente nos ha llevado a resultados desastrosos”, advirtió.
Actuar con autonomía supone actuar con autoridad en el marco de la ley
La ex Consejera del INE, Pamela San Martín, criticó el incumplimiento sistemático de las reglas electorales visto en tiempos recientes; sin embargo, resaltó que en este contexto la autoridad electoral no debe confrontar. “Actuar con autonomía supone actuar con autoridad en el marco de las leyes y de la Constitución. Me parece que no implica hacerlo como contendiente. Las formas sí importan, los mecanismos a través de los cuales se actúan sí importan”, insistió.
San Martín recordó que la construcción de la autonomía del Instituto Federal Electoral se basó en un mandato constitucional y un diseño institucional “porque lo que se buscaba en ese momento, en primer lugar, fue garantizar que las elecciones se organizaran por un ente imparcial, ajeno al poder, que podría brindarles garantías y seguridades a la ciudadanía y a los actores políticos”.
Moderó esta mesa la doctora en Ciencia Política por la Universidad de Boston, Silvia Inclán.
Analizan riesgos y amenazas de la esfera pública
El Vicepresidente del comité académico de la Cátedra ENCCÍVICA-Francisco I. Madero, Fernando Castañeda, advirtió que “la esfera pública es un espacio que está en riesgo”, sobre todo, en el caso de los gobiernos populistas actuales.
Durante la última mesa del seminario Los desafíos de la democracia, a 45 años de la reforma política de 1977, advirtió que estas amenazas “abren camino hacia futuras regresiones en la relación de la ciudadanía con los gobernantes y la clase política”. El desencanto con la democracia, precisó, se justifica “porque vivimos una época de corrupción de la política” en México y el mundo.
Información debe incidir en mejor participación política
Al tomar la palabra en el panel titulado Las amenazas y riesgos de la esfera pública, la Directora de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UNAM, Carola García, exhortó a que “la información y la comunicación sirvan no solamente para fines electorales, sino para la transformación de la cultura política y una participación política más informada”.
“La equidad debe regir el flujo informativo. Dentro del pluralismo y dado que es una arena de debate público, se tiene que proteger la emisión de expresiones, no sólo las que son bien recibidas, sino también aquellas que chocan o inquietan a funcionarios públicos o a un sector de la población”, acentuó.
Comunicadores advierten irregularidades en la esfera pública
En su intervención, el analista político y periodista Leonardo Curzio anotó que en la esfera pública mexicana actual “podemos detectar que hay irregularidades, rupturas, alteraciones y que tenemos principios de descomposición muy emblemáticos”.
Abonan a esta ruptura los algoritmos de las redes sociales digitales que favorecen la formación de comunidades agresivas, detalló. “Ahí vamos perdiendo principios de mediación y de decencia en la discusión pública”. En este sentido, “la idea de las autonomías es fundamental para que la planta parásita que avanza sobre la democracia, no se acabe comiendo la planta”, comentó.
Por su parte, la periodista Carmen Aristegui lamentó que “en tiempos relativamente recientes para México hemos tenido un trastocamiento muy fuerte de lo que entendemos por Estado, a partir de fenómenos muy extendidos y profundos en materia de corrupción, violencia e impunidad”.
En la vida democrática, ponderó, “lo fundamental es tener por escrito las reglas del juego de la disputa y del ejercicio del poder”. Al respecto, señaló que la reforma política de 1977 “permitió una serie de aproximaciones sucesivas a lo largo de los años hasta finalmente llegar a tener una institucionalidad muy importante que es la que, en mi opinión, hoy tenemos que defender porque hay un circuito de riesgo respecto a la intención de cambiar las reglas del juego político-electoral”.
Esta última mesa fue moderada por la doctora en Ciencia Política por la UNAM, Martha Singer.
El seminario Los desafíos de la democracia, a 45 años de la reforma política de 1977, fue clausurado por el Secretario General de la UNAM, Leonardo Lomelí, quien agradeció a todas y todos quienes participaron en estos dos días de trabajos y sostuvo que la mayor reflexión del mismo radica en preservar lo que funciona bien en materia democrática.