México debe hacer un llamado a Estados Unidos sobre responsabilidad compartida en temas de migración, indicó Derzu Daniel Ramírez Ortiz, profesor investigador de la Escuela de Relaciones Internacionales de la UPAEP

Ante un claro endurecimiento en la política migratoria del vecino del norte en el trayecto del año se espera que cerca de un millón de migrantes realicen su trámite de asilo en el país, puntualizó el catedrático.

Todo esto con base al contexto de la decisión tomada el día de ayer por el Departamento de Seguridad de Estados Unidos que busca generar deportaciones exprés; con esto el Gobierno norteamericano va a poder remitir a todo aquel indocumentado que se encuentre dentro del territorio americano sin pasar por un juicio o tribunal de inmigración; este tipo de procedimientos antes solo se aplicaban a aquellos migrantes que eran detenidos en la frontera en los primeros 160 km del territorio estadounidense.

“Esto va a meter en serios aprietos a la comunidad centroamericana de indocumentados que están en Estados Unidos y también a la mexicana; recordemos que según las cifras hay aproximadamente 6 millones de connacionales indocumentados viviendo en los EUA y muchos de ellos de origen poblano, siendo nuestro estado uno de los primeros 5 que expulsa más migrantes”.

Explicó que otro elemento clave de este endurecimiento de la política migratoria tiene que ver con el establecimiento de México como un tercer país seguro; a través de esto los Estados Unidos han decidido que todo migrante que llegue a su frontera y que haya cruzado por México no va a tener derecho a pedir asilo en los EUA, sino que lo tendrá que hacer en nuestra nación.

Además, puntualizó que los migrantes centroamericanos que actualmente están atravesando un juicio de asilo en los Estados Unidos, tendrán que esperar la resolución del mismo en territorio mexicano.

Ramírez Ortiz agregó que, a través de la amenaza comercial, México se ha convertido en una suerte de la prolongación de la política migratoria de los Estados Unidos al destacar que elementos de la Guardia Nacional se han desplegado para hacer tareas de detención y deportación de migrantes centroamericanos que utilizan el territorio mexicano para llegar al país vecino.

“Ante este contexto, México queda en una especie de fuego cruzado bastante complicado, por un lado, Estados Unidos endureciendo su política migratoria y por el otro una serie de situaciones convulsas en nuestra región que hace que el flujo de migrantes se incremente”.

Ante esta situación, expresó que México se queda con la peor parte, ya que de acuerdo al Derecho Internacional y al ser parte de la Convención Internacional para los Refugiados y del Pacto para la Migración Ordenada del año 2018, México está obligado a darles a estos migrantes vivienda, empleo escuela, salud y seguridad; “la pregunta es si nuestro país tienen con qué hacerle frente a eso”.

Finalmente indicó que México debe incrementar su capacidad para gestionar el flujo de migrantes, dado que la Comisión de Ayuda a Refugiados (COMAR) se encuentra rebasada, “son demasiadas las solicitudes de asilo, estas se han triplicado en los últimos meses”.