Desde 1994 hasta 2012, las autoridades mexicanas han destinado alrededor de 35 millones de dólares para la observación electoral, es un país que cuenta con una larga experiencia en la materia, señaló el asesor internacional en este rubro, Dong Nguyen Huu.
En entrevista con Notimex, el ex representante del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), recordó que México no necesita observación internacional, “los mexicanos tienen un conocimiento profundo de la vida electoral”.
Nguyen, quien en días pasados recibió un reconocimiento por parte de la International Foundation for Electoral Systems (IFES) en Washington, Estados Unidos, explicó que en los años noventa los observadores electorales estaban enfocados más en el desarrollo de los comicios.
Sin embargo, en la actualidad, tienen más confianza en las autoridades electorales, no sólo se limitan a observar el día en que se desarrollan los comicios, sino que además buscan promover el ejercicio electoral, en específico en las poblaciones vulnerables.
Así, subrayó que desde que comenzaron las labores de observación electoral en el país, en 1994, existe una mayor cooperación entre las autoridades y la sociedad civil, “esos son los dos cambios que parece importante subrayar”.
Recordó que la observación electoral comenzó con la desconfianza hacia las autoridades y los procesos, por lo que primero su trabajo estaba centrado en disuadir y persuadir la comisión de delitos electorales, ya que al haber testigos es más difícil cometer un crimen.
Con el tiempo el trabajo de los observadores electorales se ha modificado; en ese sentido, ejemplificó que debido a su labor, en México existen también los debates entre candidatos y en la actualidad centran sus actividades en la participación ciudadana.
Durante la entrega de un reconocimiento por parte de Misión México Observa, integrada por la Comisión Mexicana de Derechos Humanos (CMDH), Movimiento por la Certidumbre (MOCE), Los dos Méxicos, Asociación Nacional Cívica Femenina (ANCIFEM), entre otras organizaciones, señaló que no solo se trata de los trabajos que realizan las autoridades ni de los observadores electorales, sino también de la participación activa del electorado.
Que en la actualidad existe una mayor confianza en las instituciones, ello, entre otras cosas, debido a que los observadores participan en la creación y fortalecimiento de la credibilidad. “La democracia es como los edificios, a nadie le importa quién los construyó sino que existan”, puntualizó.