La pandemia del Covid-19 y la modalidad a distancia han dejado ver que nos falta mucho por trabajar, no solamente en términos pedagógicos o en temas socioemocionales, sino también en el desarrollo de competencias digitales para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje en el país
Ahora más que nunca con la llegada de la pandemia del Covid-19 ha quedado en evidencia la importancia que tiene fomentar la profesionalización docente y formación de los profesores en diferentes competencias.
Aun cuando la Secretaría de Educación Pública federal ya puso en marcha un programa para atender esta emergencia educativa en el país y mejorar la formación de los profesores, tenemos que ir más allá; en México tenemos una agenda pendiente para repensar lo que es la formación docente y la profesionalización de este personal, subrayó Mónica Monroy Kuhn, Directora Académica de las Maestrías en Profesionalización Docente de la UPAEP.
Dijo que no basta con que el docente domine ciertas estrategias pedagógicas, maneje herramientas tecnológicas para compartir el conocimiento hacia los estudiantes, por lo que es importante considerar estrategias de formación mucho más integrales en donde el docente esté ubicado en el centro y establezcan medios de información más horizontales para trabajar en su propia comunidad escolar y en donde se favorezca la conformación de comunidades profesionales de aprendizaje.
Asimismo, se deben favorecer las habilidades de reflexión y análisis sobre los procesos educativos y trabajar de forma colaborativa en una escuela, para poder implementar diferentes metodologías que les permitan analizar y comprender la realidad en donde se encuentran y proponer métodos de innovación en el centro educativo.
Enfatizó que esta forma de profesionalización que tiene que ver con la reflexión de la práctica educativa es algo que en la UPAEP se ha venido trabajando desde tiempo atrás, en el robustecimiento de los programas de profesionalización docente que es una de las ofertas educativas que tenemos en la región para formar a los profesores a través de los programas de maestría que buscan incidir en la transformación educativa del país.
El sistema educativo mexicano se vio forzado a trabajar a distancia por la pandemia del Covid-19 y prácticamente ya cumplió un año en esta modalidad, en donde ha quedado también en evidencia las ausencias que existen en este sistema y de manera particular en las competencias de profesores, directivos y personal administrativo en general, señaló Mónica Monroy.
En el 2020 los profesores enfrentaron una crisis, en donde tuvieron que enfrentarse a algo nuevo y desconocido para la humanidad en el campo de la salud y que exigió a los maestros enfrentar esta situación con el apoyo de la tecnología disponible.
Comentó que la profesionalización docente es un mecanismo que cuando está bien diseñado, planeado y es de calidad, tiene la capacidad de transformar la educación a través de la mejora de la práctica del personal técnico docente, del mismo docente, del personal con funciones de dirección, de supervisión o asesores técnicos pedagógicos, entre otros.
Monroy Kuh, refirió que en las elecciones que se avecinan en nuestro país el próximo 6 de junio, “nosotros como ciudadanos tenemos la oportunidad de ir poniendo sobre la mesa con los posibles candidatos, cuáles son esas propuestas que ellos tienen en materia de educación, en formación del profesorado y se analicen dichas propuestas”.
Por su parte, Rodolfo Cruz Vadillo, investigador de la Facultad de Educación de la UPAEP, manifestó que otro de los retos que se tienen presentes en estos momentos, es el de cómo hacer que la niñez y la juventud sigan afiliada con el proyecto ético político que tenemos; en donde el logro tiene que ver no sólo con que los estudiantes sigan vinculados y estén afiliados al sistema educativo, sino también con un tipo de vínculo pedagógico que nosotros como profesores tendríamos que construir con esos estudiantes.
Dijo que en la actual pandemia del Covid-19 son muchos factores los que están impactando en esa vinculación de los estudiantes con el ámbito educativo, que van desde la muerte de algún familiar, la situación económica que están experimentando las familias en México y de cómo están viviendo esta situación los mismos estudiantes en sus hogares; así como conocer cuáles son las oportunidades auténticas que tienen para seguir aprendiendo.
Asimismo, expresó que para que los alumnos aprovechen esos conocimientos que están adquiriendo a la distancia en estos momentos de pandemia, se necesitan de otros elementos que tienen que ver con la afectividad y con las emociones, no basta solo con la tecnología, porque es importante el papel del profesor para mantener animados y motivados a sus alumnos, pero ahora con este distanciamiento social, la pregunta es cómo podemos contar con esos procesos de motivación que pueden ayudar a los maestros para incentivar a sus estudiantes a través de las plataformas digitales.
Rodolfo Vadillo, señaló que un gran reto es cómo lograr que los estudiantes sean participativos y colaborativos en este proceso de enseñanza aprendizaje que se está viviendo. Se debe buscar cómo establecer esas redes de cooperación y colaboración mediante acciones pedagógicas que permita a los profesores incidir positivamente en los espacios educativos en donde se encuentren en estos momentos de pandemia sanitaria.
Ahora más que nunca, los ciudadanos tienen que ser más participativos y colaborativos en la construcción de una mejor sociedad, asumir esa responsabilidad cívica para atender todas esas problemáticas que se están viviendo en el entorno educativo, de salud, económico y social y que en la actual pandemia de salud ha dejado al descubierto en la sociedad mexicana, comentó Cruz Vadillo.
En su intervención, Giovanni Chávez Melo, catedrático de la Facultad de Educación de la UPAEP, indicó que en la esfera tecnológica y a un año de la llegada de esta pandemia, se ha comprendido que la tecnología es un gran aliado, pero también por otro lado es el gran enemigo si lo queremos ver de esta manera; porque ha potenciado la comunicación, ha permitido estas interacciones entre docentes y alumnos y entre las personas, sin embargo, el componente personal, el componente afectivo ha quedado fuera de este contexto.
Indicó que los esfuerzos federales en el tema educativo desde la política pública han migrado hacia la radio y la televisión, medios probados en el pasado y que en estos momentos están un poco descontextualizados, es decir, todavía no hay una claridad de cómo estos recursos, esta integración tecnológica se vuelva democrática para todos, al estar abierta a todo público, y en el caso del internet, todavía no es una realidad para todos.
Dijo que el internet como ese gran catalizador en el proceso de enseñanza-aprendizaje, no es una realidad en México, hay muchos sectores sociales que aún no tienen acceso a éste medio.
Chávez Melo lamentó que en México más de un millón de alumnos “no han dado signos de comunicación con sus profesores. Lo cual nos debe de preocupar mucho, porque son solamente los que se están reportando en el sistema público y que no han respondido. Pero en la evaluación del aprendizaje, ya lo menciona la CEPAL en sus informes, está muy preocupada porque en Latinoamérica es un tema complejo el de saber si los niños están realmente aprendiendo en estos momentos”.
En ese sentido, advirtió que si bien la tecnología ha sido una respuesta a esta problemática educativa, no es la solución completa, porque tiene que estar acompañada de propuestas, y didácticas, de prácticas y reflexiones docentes y de cómo se están llevando a la práctica en la modalidad a distancia por parte del profesor.
Apuntó que la pandemia del Covid-19 y la modalidad a distancia han dejado ver que nos falta mucho por trabajar, no solamente en términos pedagógicos o en temas socioemocionales, sino también en temas de desarrollo de competencias digitales para mejorar los procesos de enseñanza aprendizaje y repensar en un sistema educativo que lleva años haciendo esfuerzos importantes por mejorar estas prácticas docentes, pero que aún siguen siendo insuficientes.