Decenas de miles de manifestantes marcharon el sábado por varias ciudades del noroeste de Europa para manifestarse contra las restricciones impuestas para frenar la propagación del coronavirus, en medio de un aumento de las infecciones.
Austria se convirtió el mes pasado en el primer país de Europa occidental en reimponer un confinamiento, que durará 20 días, y dijo que haría las vacunas obligatorias a partir de febrero.
Algunos de los más de 40 mil manifestantes en Viena llevaban carteles que decían: «Decidiré por mí mismo», «Hacer que Austria vuelva a ser grande» y «Nuevas elecciones», un guiño a la agitación política que ha visto a tres cancilleres en dos meses.
Alrededor de mil 200 policías se desplegaron para la marcha en el bulevar Ring de Viena y una contraprotesta de mil 500 personas, ambas permitidas según los términos del confinamiento en Austria.
En la ciudad central neerlandesa de Utrecht, varios miles se manifestaron contra las restricciones que comenzaron el fin de semana pasado. Los manifestantes portaban pancartas que decían «¡Libertad médica ahora!», en medio de un gran contingente policial presente.
Fue la primera gran manifestación en los Países Bajos contra las medidas, que incluyen el cierre nocturno de bares, restaurantes y la mayoría de las tiendas para detener una ola de casos de COVID-19 que amenaza con abrumar al sistema de salud.
Hace dos semanas, hubo protestas violentas después de que el gobierno neerlandés anunciara planes para prohibir la entrada a la mayoría de las personas no vacunadas en bares, restaurantes y otros lugares públicos.
Estamos en contra de no tener libertad (para decidir qué le sucede a) nuestro propio cuerpo», dijo la manifestante de Utrecht, Marit van Hunen.
Los planes enfrentan una fuerte oposición en el parlamento y aún no se han promulgado.
En la capital financiera alemana, Fráncfort, policías disolvieron una manifestación de varios cientos de personas por no usar mascarillas o mantener el distanciamiento físico, usando bastones y spray de pimienta después de que fueran atacados por un grupo de manifestantes.
Y en Berlín, donde un nuevo gobierno asumirá el cargo en unos días, pequeños grupos se reunieron para protestar después de que se prohibiera una gran manifestación.
Los políticos alemanes condenaron ampliamente una protesta de los opositores a las restricciones que se desarrolló el viernes por la noche frente a la casa de Petra Koepping, ministra de Salud en el estado oriental de Sajonia, que actualmente tiene la tasa de infección más alta de Alemania. Algunos dijeron que olía a intimidación de la era nazi.
Reuters