NUEVA YORK.
Multitudes alrededor del mundo salieron a las calles el sábado para marchar contra las políticas del presidente estadunidense Donald Trump en el aniversario de su primer año, y también para apoyar el movimiento contra la violencia y acoso sexual ‘MeToo’ (A mí también).
En Palm Beach, Florida, donde el presidente Trump tiene su club de golf Mar-a-Lago, varios cientos de personas que llevaban carteles en contra del mandatario se reunieron mientras se preparaban para formar parte de las protestas programadas para el sábado.
Un grupo de mujeres que portaba capas rojas y sombreros blancos como los personajes de la novela y serie de televisión “The Handmaid’s Tale” -donde la ultraderecha religiosa toma el poder, le quita todos los derechos a las mujeres y las reduce a condición de sirvientas- marchó en formación con la cabeza inclinada.
También en Estados Unidos, las personas se juntaron en Chicago; Houston; Richmond, Virginia, y Rhode Island.
En Los Ángeles, los organizadores indicaron que esperaban a miles de personas, incluidas funcionarias estatales y celebridades, en la marcha hacia el ayuntamiento.
Una protesta planeada en Nueva York estaba entre las más de 200 marchas programadas para el fin de semana en todo el mundo. Para el mediodía, los manifestantes comenzaron a reunirse en Chicago, Los Ángeles, Denver y Raleigh, Carolina del Norte.
En Filadelfia, muchas manifestantes traían puestos unos sombreros rosas con orejas de gato para mostrar su solidaridad, mientras que otras cargaban carteles en los que expresaban su oposición a Trump y a sus políticas.
En Chicago, miles de personas se reunieron en Grant Park.
Fawzia Mirza alentó a la multitud mientras marcó el inicio del evento con una referencia a la paralización del gobierno, que comenzó unas horas antes.
Aun cuando el gobierno se paraliza, las mujeres marchan”, señaló Mirza.
Dijo que el evento se trataba de canalizar la energía de las mujeres y “poner ese poder en las elecciones”.
MUJERES VUELVEN A ALZAR LA VOZ
Horas antes el mismo sábado, decenas de activistas se reunieron en Roma para denunciar la violencia contra las mujeres y expresar su apoyo al movimiento ‘MeToo’.
La actriz y directora italiana Asia Argento se unió a la marcha luego de que acaparó los titulares en 2017 cuando declaró que había sido abusada sexualmente por el productor de Hollywood Harvey Weinstein en la década de los 90.
La marcha de 2017 en Washington D.C y cientos de demostraciones similares crearon un sentimiento de solidaridad para aquellas personas que denunciaban las posturas de Trump en cuestiones como aborto, inmigración, derechos de la comunidad LGBT y otros temas.
Millones de personas en el mundo marcharon durante las protestas del año pasado, y muchos lo hicieron el sábado por lo todo lo que ha sucedido desde que Trump ocupa el cargo.
Estaría mintiendo si dijera que no estoy desanimada por tener que marchar nuevamente para mostrar nuestra oposición a este desastroso primer año de la presidencia de Trump”, dijo Peggy Taylos, quien es guía de turistas en Nueva York. Agregó que el año pasado sintió “una especie de euforia” al caminar por la ciudad junto con cientos de miles de participantes.
En Roma, Argento, de 42 años, abordó las críticas que recibió una vez que hizo público su abuso.
Las mujeres tienen miedo de hablar y en parte es porque yo fui denigrada por todo lo que dije, me llamaron prostituta por haber sido violada”, expresó en la marcha.
Me pregunto cómo las mujeres que sufrieron ese tipo de violencia encontrarán el valor para hacerlo público como yo lo hice cuando vieron lo que me pasó, así que aquí estoy para evaluar la necesidad de que las mujeres hablen de lo que les pasó y cambien las cosas”, agregó.
Argento fue severamente criticada por muchos medios de comunicación italianos y por las mismas italianas no haber hablado antes de lo que le sucedió. A través de Twitter fue acosada con afirmaciones de que se buscó problemas.
Excelsior