Ciudad de México, 28 Ago (El Siglo de Torreón).- Haciendo una reflexión de sus 55 años de trayectoria, Álex Lora, vocalista de El Tri, cuenta que lo más loco que ha hecho por la música ha sido dedicar su vida “plenamente al rocanrol”. “Lo que me motiva a seguir adelante es ver cómo el público y la raza se olvida de sus broncas cuando está rocanroleando conmigo y se siente libre y se desahoga gritando”, cuenta el músico de 70 años.
Este sábado, Lora volvió a experimentar la emoción de estar frente a sus seguidores con una presentación en el teatro Peacock de Los Ángeles (EUA), con la que abrió paso a las celebraciones de su 55 aniversario con su gira Y todo sea por el rocanrol.
“Igual de fresco” que aquel 12 de octubre de 1968 que dio su primer concierto junto a su banda -entonces nombrada Three Souls In My Mindel cantante de A.D.O. o Piedras rodantes, muestra la “maestría” que le ha dado el haber sido parte de “miles” de conciertos a lo largo de su vida.
“En 55 años de conciertos he aprendido a tocar el instrumento principal del Tri que es la voz del público”, asegura Lora.
En 2022, el rocanrolero presentó Qué Chingón, el álbum número 53 de su discografía, en el que hizo una crítica a la política mexicana con temas como La misma serie, haciendo referencia a “la serie de ‘pendeja***’ (tonterías) que hace el Gobierno”, dice con humor. Lora considera que en esas más de 50 producciones ha podido retratar a “cinco generaciones enteras”, pero “entreteniendo a todas”, pues algunos de sus temas se han vuelto himnos que chicos y grandes siguen interpretando con el pasar de los años.
“(Las canciones) ya quedaron escritas para la historia del rocanrol, porque las que inventé hace 50 años ahorita siguen ‘rifando’ exactamente igual”, comenta.
Su éxito no se ha limitado a su lugar de origen: el cantante fue reconocido por los Grammy Latino con el premio a la excelencia musical y ha obtenido tres nominaciones a los Grammy. En Los Ángeles cuenta con su propia estatua desde 2005, y la Universidad Inca Garcilaso de la Vega (UIGV), en Perú, le otorgó en 2010 la medalla Florida del Inca como mérito a su trayectoria profesional.
“Yo nunca he pretendido nada y cuando invento mis canciones trato de comunicar el sentir de la gente”, afirma, y añade que el reconocimiento más grande que ha recibido es que “durante 55 años la raza haya musicalizado su vida con mis canciones”.
Según adelantó, el autor de Triste canción de amor sigue trabajando en su bioserie, en la que quiere plasmar su historia de amor con su esposa Chela, a la que llama “su domadora”, y quien lo acompaña en todas sus presentaciones en el escenario. “El guion está casi terminado y solo nos falta el productor ejecutivo”, dice el rocanrolero sobre el proyecto que lidera Luis Kelly, también director de su documental Álex Lora: Esclavo del Rocanrol (2003).