Silvio Berlusconi, tres veces primer ministro de Italia y magnate de los medios salpicado por una lluvia de escándalos, falleció este lunes a los 86 años a causa de una leucemia.
Apodado «el inmortal» por su longevidad en política, el senador y empresario había sido ingresado el viernes pasado en un hospital de Milán, su ciudad natal.
Según los medios de comunicación italianos, había dejado de responder a su tratamiento contra el cáncer. Tendrá funerales de Estado el miércoles en la catedral de Milán.
Pocos minutos después del anuncio de su muerte, decenas de personas se congregaron frente al hospital San Raffaele y comenzaron a llegar reacciones del mundo político y deportivo.
El presidente ruso, Vladimir Putin, fue uno de los primeros jefes de Estado en reaccionar a la muerte de Berlusconi, una «persona querida» y un «verdadero amigo».
Entre los hombres más ricos de Italia, con una fortuna evaluada en 6 mil 400 millones de euros por Forbes, Berlusconi fue un gran comunicador y un anticomunista convencido, amado y odiado con la misma intensidad.
El empresario audaz e innovador que inventó un peculiar e imitado formato de televisión comercial en la década de 1980, pasó sus últimos años de vida saliendo y entrando del hospital.
El político que ganó tres elecciones y lideró uno de los gobiernos más largos de la posguerra, padecía una leucemia crónica.
Su aura se mantuvo intacta durante décadas gracias a su personalidad expansiva y su vida disipada, que lo llevó muchas veces al banquillo de los acusados por corrupción, compra de testigos y fraude fiscal.
Fuente: AP / AFP