La diputada Karem Vargas Pelayo (PRD) consideró preocupante y negligente que durante el 2020 el Gobierno Federal transfiriera 15 mil 500 millones de pesos al Banco del Bienestar, mientras que miles de negocios quebraron ante la falta de estímulos fiscales y apoyos federales.

“Mientras el presidente consideraba irresponsable y corrupto brindar apoyos a pequeños empresarios, aquellos que tienen fondas, tienditas y demás, acumulaba dinero en el Banco del Bienestar acrecentando su estrategia electoral”, señaló en un comunicado.

Mencionó que las acciones de la 4T tienen un incremento del aparato burocrático alarmante, comenzando con los “Servidores de la Nación”, convertidos en simpatizantes de un partido, con gasto al erario para intereses particulares, “con un costo alto y vergonzoso para la democracia”.

El Banco del Bienestar, aseguró, funcionará con una carga económica de mayor magnitud, se pretenden construir 2 mil 700 sucursales, que tendrán un costo de 11 mil millones de pesos, más las actualizaciones al alza que se irán dando al paso de los años como sobrecosto, sumando el ejército laboral para su operación.

“Mientras este gobierno sigue apostando por proyectos inviables que roban el presupuesto a rubros de mayor importancia como el agua e infraestructura vial, estas acciones siguen generando que no tengamos apoyos ni inversiones que generen empleos, inflación de la canasta básica, además de que se ha incrementado el número de pobres de manera abrupta”.

Agregó que a futuro, los costos de operación necesitarán subsidios para su funcionamiento, por lo que tendrán que reducir los apoyos que se pretenden otorgar por medio de estas sucursales bancarias o, en todo caso, incrementar el gasto de operación a costa de disminuir los servicios más elementales de infraestructura como calles, agua drenajes, alumbrado, seguridad y salud, entre otros.

“Este proyecto es peligroso para la estabilidad económica del país y, además, al declararse desiertas las licitaciones para su puesta en marcha, se está utilizando al Ejército para ser ‘constructores’ de los caprichos presidenciales, en lugar de atender las actividades para lo que realmente están capacitados”.

Vargas Pelayo subrayó que ante tantas deficiencias, este proyecto pasó a ser “Banco del Malestar”, pues se está dilapidando el dinero de las y los mexicanos en un esquema de entrega de apoyos que ni en el siglo pasado hubiera generado beneficios”.