La BUAP ha aplicado de forma eficiente, transparente y responsable los recursos públicos y fondos propios, así lo determinó el Consejo Universitario en la VII sesión extraordinaria en la cual aprobó por unanimidad los informes de la Tesorería General, la Contraloría General y el despacho externo Resa y Asociados, A.C., que avalaron la correcta ejecución financiera de la gestión del rector Alfonso Esparza Ortiz. De esta manera se demuestra que no existe desvío de recursos en el caso de Lobos BUAP.
El rector Alfonso Esparza Ortiz subrayó que a pesar de las pruebas expuestas ante el pleno del Consejo Universitario, la BUAP está abierta a cualquier tipo de auditoría, incluso por parte de la Federación, a fin de demostrar una vez más que el ejercicio de los recursos que maneja la Institución están apegados a las normatividades federal, estatal y universitaria.
En febrero de este año, la Contraloría General de la BUAP recibió una denuncia sobre probables faltas administrativas cometidas por funcionarios universitarios, además de un supuesto desvío de recursos por parte de la Universidad al Club Lobos BUAP, A.C., y un conflicto de intereses por la designación dentro de Lobos BUAP de Luz Andrea Esparza Vergara.
En respuesta, el despacho de auditores externos Resa y Asociados, S.C. ratificó ante los miembros del Consejo Universitario que de acuerdo con la auditoría realizada a los estados financieros correspondientes, de 2013 a 2018, estos cumplen con lo establecido por la Ley General de Contabilidad Gubernamental, apegados a los requerimientos establecidos por la CONAC (Consejo Nacional de Armonización Contable).
En voz de su representante, Jorge Alberto Resa Monroy, el despacho certificó que la actual administración, encabezada por el rector Alfonso Esparza Ortiz, ejerció los recursos obtenidos de subsidios federales y estatales, así como los propios (de libre disposición), conforme al presupuesto aprobado por el Honorable Consejo Universitario, apegados a las actividades ya instruidas, lo que ratifica que las acusaciones en contra, no solo del Rector, sino de la propia Universidad, son falsas y apelan a intereses de otra índole.
A su vez, el tesorero General Óscar Ignacio Gilbón Rosete rindió un informe sobre la aplicación de ingresos y egresos en el primer semestre de 2019, en el cual destacó que de 2013 a 2018 la BUAP ha tenido 35 auditorías: 28 de la Auditoría Superior de la Federación, seis de la Auditoría Superior del Estado de Puebla, y una de la Secretaría de la Función Pública, dando resultados satisfactorios respecto al manejo responsable de los recursos asignados y ejercidos por la Universidad.
Gilbón Rosete mencionó que el presupuesto anual es cercano a los 8 mil millones de pesos, de los cuales el 2.5 por ciento fue invertido en 2017 para el deporte universitario, lo que incluye más de 24 disciplinas, siendo ese año el que cuenta con un registro más alto de inversión, ya que en 2018 se destinó solo .36 por ciento del presupuesto a este rubro.
“En estos seis años (2013-2018) se han invertido alrededor de 400 millones de pesos destinados al impulso institucional del deporte, lo que implica que la BUAP ejerció unos 66 millones de pesos por año a este rubro, y este total incluye el recurso asignado a Lobos BUAP”.
Asimismo, destacó las evaluaciones positivas que realizaron a la BUAP en 2018 las calificadoras internacionales Fitch Ratings, Standar & Poor´s y Moodys, las cuales reconocieron un sólido perfil financiero de la Universidad, además de sus buenas prácticas de administración y de gobierno interno.
Gilbón Rosete añadió que el uso responsable de los recursos, así como las reformas a las políticas internas respecto al sistema de pensiones, prestaciones y jubilaciones han permitido que esta Casa de Estudios se encuentre entre las universidades a nivel nacional que no presentan un déficit financiero e incluso advirtió que a la fecha llevan un ahorro de 8 de los 12 meses que corresponden al pago de aguinaldos para más de 14 mil personas que laboran en la Universidad.
Por otra parte, informó que la solicitud de crédito que se había planteado ya no será requerida gracias a un adecuado flujo de fondos que le permite a la BUAP avanzar con los proyectos de infraestructura en proceso.
No existe desvío de recursos ni imposiciones
Por su parte, el contralor General Héctor Granados Rodríguez, en respuesta a la demanda sobre un supuesto desvío de recursos dentro de la Institución, informó que tras analizar la documentación sobre las transferencias financieras en la Universidad y después de efectuar un cruce contable, se determinó que no hubo desvío de recursos públicos universitarios o malversación de recursos.
Granados Rodríguez advirtió que esta resolución está plenamente sustentada en la evidencia documental que proporcionaron las comisiones pertinentes e instancias externas, lo que garantiza una debida aplicación de los recursos públicos universitarios, derivado de los subsidios estatal y federal que recibe anualmente la Institución, así como de los generados por la BUAP, llamados de libre disposición.
“Los recursos federales asignados a la BUAP han sido estrictamente vigilados y revisados por la Auditoría Superior de la Federación, así como por parte de la Secretaría de la Función Pública”, determinó.
El contralor especificó que entre 2013 y el primer semestre de 2019 se han practicado a la Universidad 28 auditorías federales, de las cuales, 24 se encuentran solventadas, tres atendidas y una en trámite. Destaca también una auditoría forense practicada a esta Universidad, en la que no se encontraron evidencias de fraude o desvío de recursos.
De esta forma, Contraloría General concluyó que la administración de los recursos de libre disposición fueron aplicados estrictamente por lo dispuesto en la normatividad institucional, así como por lo establecido en los Planes de Desarrollo Institucional.
Informó que el destino de estos recursos se han orientado en la operación vinculada a la academia, gastos administrativos, adquisición de bienes y servicios, cultura física y fomento al deporte, entre otros.
La denuncia a la cual respondió Contraloría General incluye otros cuestionamientos relacionados con la designación de Luz Andrea Esparza Vergara dentro del Club Lobos BUAP, A.C., la cual apela a un posible conflicto de intereses por parentesco.
Al respecto, Granados Rodríguez expuso que tal designación no fue realizada por el Rector Alfonso Esparza, sino por el entonces presidente del Consejo Directivo del Club Lobos BUAP, José Rafael Cañedo Carrión, quien tomó en cuenta el perfil profesional y experiencia en el área con la que cuenta Esparza Vergara, además de que su cargo fue honorífico, lo que implica que no recibió remuneración económica por las actividades en las que contribuyó dentro del Club Lobos BUAP.
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