El pasado domingo 7 de enero, Marina “N”, una niña de apenas cuatro años, perdió la vida en la Rectoría Villa de Guadalupe, ubicada en la colonia Gonzalo Guerrero de Mérida, Yucatán.
La pequeña, de origen cubano, se encontraba en compañía de sus padres cuando ocurrió el incidente que marcó el inicio de un doloroso proceso para la familia.
Según las primeras investigaciones, la niña estaba jugando a colgarse de una banca en la última fila de la iglesia. En un instante, la banca se volteó, cayendo sobre la pequeña Marina, de acuerdo a información de Debate.
A pesar de los esfuerzos por trasladarla de emergencia a un hospital, las graves consecuencias del accidente, atribuidas al peso de las bancas de madera, resultaron insuperables.
Lucha por la vida y despedida dolorosa
Durante 20 días la niña luchó por su vida, pero lamentablemente, el pasado 7 de enero, sucumbió ante las lesiones sufridas.
El sacerdote de la iglesia, Alfredo Cirerol Ojeda, expresó su pesar y solidaridad con la familia:
Estamos muy tristes, adoloridos y rogamos a Dios para que les dé todo el consuelo y fortaleza a los padres de la niña Marina R.P., quien falleció la madrugada de este lunes, a raíz de un accidente en la Rectoría Villa de Guadalupe”.
El presbítero explicó que la causa del deceso fue la gravedad del golpe, afectando el duodeno y otros órganos vitales de la niña.
El lunes, familiares y amigos se reunieron para dar el último adiós a la pequeña Marina. En un acto íntimo, los restos de la niña fueron cremados, marcando el fin de una vida corta.
El Imparcial