Ante los problemas de racismo que están imperando en Estados Unidos a raíz del asesinato de George Floyd y la respuesta que ha dado el gobierno de Donald Trump ante dichos sucesos, ha sido la peor que pudo haber instrumentado un presidente en aquel país.
Porque en lugar de enviar un mensaje de unión, de señalar que se está escuchando a esa población de color que vive en los Estados Unidos y que se siente agraviada desde décadas atrás, el mensaje que está dando el presidente Trump es de polarización, señaló Derzu Daniel Ramírez Ortiz, catedrático investigador de la Licenciatura en Relaciones Internacionales de la UPAEP.
Ramírez Ortiz advirtió que este mensaje de polarización dado por el presidente de los Estados Unidos forma parte de la estrategia que viene instrumentando desde que él hizo campaña para ser presidente del aquel país en el 2015.
Dijo que hay que recordar que Donald Trump, “desde el 2015 y 2016, cuando él compitió por la presidencia de los Estados Unidos, ese fue la narrativa y discurso con el que compitió, de poner a este país en una forma dividida y de que está siendo amenazado por enemigos externos y enemigos internos, en donde además colocó a México y a las oleadas de migrantes, a la población musulmana y a todos los barrios afroamericanos en donde según Trump, existen muchos crímenes”.
El académico de la Licenciatura en Relaciones Internacionales, explicó que el lema del presidente norteamericano frente a esta oleada de protestas callejeras que se están viviendo en los Estados Unidos ha sido de la de la ley y el orden, sin importarle los reclamos sociales que existan por más legítimos que éstos sean.
Subrayó que Donald Trump “no es un presidente tonto, lo que hace el presidente con este tipo de discursos es hablarle a un electorado muy especial, que ya tiene identificado y que es su apuesta para poder reelegirse en noviembre de este año”.
Expresó que ese electorado está representado por aquella población blanca, anglosajona, que desde décadas atrás se siente amenazada en términos materiales, porque mucha de esta población ha visto cómo sus niveles de vida en cuestión de salarios, ha venido cayendo a lo largo de las últimas décadas.
Además, agregó que es esa población blanca con bajos ingresos, la que se siente amenazada en términos culturales porque está viendo cómo los Estados Unidos se está convirtiendo en un país más diverso, en donde hay cada vez más personas con diferentes idiomas, con otras creencias y con diferente color de piel que dista de la idea de los norteamericanos de ser un país de blancos.
Indicó que hay algunos especialistas que están señalando que los Estados Unidos para el 2050, va a dejar de ser un país de blancos y anglosajón, y se va a convertir en una nación de mayorías afroamericanas, hispanas y de gente de otros países del mundo.
Derzu Ramírez cuestionó si esta estrategia de Donald Trump de dirigirse a este sector de la población estadounidense que se siente amenazada en lo cultural y social, le alcanzará para reelegirse, a lo cual, dijo que no, porque al mismo tiempo, la respuesta que ha tenido para afrontar el problema de la pandemia ha sido mala y deficiente.
“Estados Unidos ha sido una de las peores naciones desarrolladas que ha tenido una respuesta positiva ante el problema del coronavirus. Además de las otras dos crisis que tiene encima Donald Trump, como son la económica y el alto índice de desempleo que sigue creciendo en los últimos tres meses, en donde 36 millones de estadounidenses ya solicitaron ayuda para el desempleo. Lo que puede desencadenar en que muchos votantes se inclinen por votar por el partido demócrata con el propósito de sacar a Trump de la Casa Blanca”.
El académico de la UPAEP subrayó que no hay que dar por muerto a Donald Trump en su camino a la reelección a la presidencia de los Estados Unidos, porque está llevando a cabo una estrategia que le ha funcionado; a pesar de ser un presidente que ha contado con niveles de desaprobación muy altos desde el inicio de su mandato y al mismo tiempo, ha contado con una base electoral leal que ronda entre el 39 y 43 por ciento del electorado que sigue confiando en él, a pesar de sus desaciertos y política de gobierno que lleva para dirigir a esa nación.
En ese sentido, dijo que es necesario contar con internacionalistas que tengan una visión global, multicultural y sobre todo, que tengan la capacidad para generar políticas públicas que permitan el diálogo entre los diferentes grupos sociales y llevar adelante la inclusión de todos los grupos y lograr la convivencia armónica entre los diferentes grupos sociales diversos que llegan a conformar parte de una nación.
Acotó que en los Estados Unidos se está viviendo una polarización social que viene desde décadas y siglos atrás con la población afroamericana que aunque en lo político y en lo legal ha venido ganando derechos como es el derecho al voto, desde la décimo quinta enmienda de 1870; en 1965 se dio otra ley para garantizar en los hechos que la población afroamericana de los Estados Unidos pudiera votar, entre otros derechos que ha ganado.
Derzu Ramírez externó que a pesar de que se ha dado esta igualdad en la ley en términos reales, en términos materiales y culturales, la población afroamericana sigue estando en un segundo plano, “es una población marginada y muy discriminada en ese país”.
Dijo que para el 2017, el 87 por ciento de la población afroamericana ya cuenta con un diplomado de “High School”, equivalente al nuestro con los estudios de preparatoria, es decir, esta población a través del tiempo ha logrado obtener una mayor educación.
Sin embargo, comentó que este nivel de educación obtenido, no se ha reflejado en una mejora en su nivel socioeconómico. Agregó que “hoy los hogares de sociedades blancas en los Estados Unidos en promedio tienen 6 veces más riqueza que los hogares afroamericanos. Lo que habla de una gran disparidad entre los grupos sociales con diferente color de piel en la Unión Americana”.
Ramírez Ortiz abundó que con respecto a la pandemia del coronavirus del COVID-19, ésta ha impactado de forma muy diferente a los grupos sociales en el país del Norte. En donde la población afroamericana es la que tiene las peores condiciones de vida.
Señaló que de acuerdo a algunos datos de las instituciones norteamericanas, la población afroamericana tiene una posibilidad de 3.5 por ciento mayor que la blanca de morir por COVID-19; además de que la población negra representa el 13 por ciento del total de la población de los Estados Unidos, el porcentaje de afroamericanos con coronavirus es del doble en comparación con los blancos.
El investigador de la UPAEP, subrayó que con respecto a la impartición de la justicia en los Estados Unidos, se pueden observar serias desigualdades.
Apuntó, “de acuerdo a la Comisión de Sentencias de Estados Unidos, señala que los hombres de piel negra reciben sentencias 20 veces más grandes que sus pares blancos en situaciones similares”.
Por lo tanto, desde el punto de vista institucional en la Unión Americana, se puede hablar de una segregación, de un racismo estructural que trabaja en contra de la población de piel oscura, refirió el académico.
Indicó que de acuerdo a un estudio de la Universidad de Stanford, “los hombres negros tienen 6 veces mayores probabilidades de ir a la cárcel que los hombres blancos”.
Expresó que con el asesinato de George Floyd el pasado 25 de mayo, quedó en evidencia que hay una sociedad afroamericana agraviada, que se siente en desigualdad y de repente se da esta coyuntura en donde la tecnología permite que estás imágenes de la muerte de Floyd “alcance a una audiencia mundial y prenda el fuego de las personas que se están manifestando en la Unión Americana”.
Además, comentó que con la muerte de George Floyd en manos de la policía, quedó evidenciado el problema que se viene presentando en los Estados Unidos, con respecto a la aplicación de la autoridad por parte de los cuerpos policiacos.
Manifestó que en Estados Unidos “mueren más de 1000 personas a manos de la policía. Lo que indica que este país existe un problema, en donde la policía implementa muchas veces métodos violentos contra las personas, además de violentar sus derechos humanos al momento de ejercer sus funciones”.
Asimismo, dijo que en el 2017, el 81 por ciento de la población afroamericana señaló que el racismo es un problema importante que impera en los Estados Unidos; en cambio el 52 por ciento de la población blanca, compartió esa afirmación.
De igual forma, Derzu Ramírez comentó que el 92 por ciento de la población negra tiene la impresión de que los blancos tienen mayores beneficios económicos y sociales que la población afroamericana no tiene por su color de piel.