El Papa Francisco nombró hoy a la italiana Francesca Di Giovanni nueva subsecretaria de la Sección para las Relaciones con los Estados, lo que supone el mayor cargo ocupado por una mujer en la Secretaría de Estado.
El nombramiento destaca por la poca presencia femenina en el organigrama del Vaticano.
Di Giovanni que trabaja desde hace casi 27 años en la Secretaría de Estado, nació en Palermo en 1953 y es licenciada en Derecho.
«Es la primera vez que una mujer tiene una tarea de dirección en la Secretaría de Estado», dijo Di Giovanni.
«El Santo Padre ha tomado una decisión innovadora, ciertamente, que, más allá de mi persona, representa un signo de atención hacia las mujeres. Pero la responsabilidad está ligada a la tarea, más que al hecho de ser mujer».
En la Sección de Relaciones con los Estados de la Secretaría de Estado se ha ocupado del ámbito multilateral, especialmente en las áreas de migrantes y refugiados, derecho internacional humanitario, comunicaciones, derecho internacional privado, condición de la mujer, propiedad intelectual y turismo, informó la Santa Sede.
A partir de hoy la Sección de Relaciones con los Estados contará con dos subsecretarios y Di Giovanni trabajará junto al hasta ahora subsecretario Miroslaw Wachowski.
Di Giovanni destacó la importancia de haber creado un subsecretario para el sector multilateral.
Tiene modalidades propias, en parte diferentes a aquellas del ámbito bilateral», detalló.
En el último número del suplemento mensual «Donna, Chiesa, Mondo» (Mujer, Iglesia. Mundo) del diario vaticano Osservatore Romano se denunciaba que entre las cerca de 950 mujeres que trabajan en el Vaticano, aunque tienen igual salarios que los hombres, muy pocas ocupan puestos de responsabilidad y de alto nivel de gestión.
«Y como en muchas sociedades, incluso en el Vaticano las mujeres son vistas a veces, por los hombres, pero también por otras mujeres, como personas de menor valor intelectual y profesional, siempre disponibles para el servicio, siempre dóciles a los altos mandos», escribían Romilda Ferrauto y Adriana Masotti junto con otras nueve mujeres de la Asociación de Mujeres en el Vaticano.
«Por lo tanto, es urgente promover la autoestima y mejorar la presencia femenina también en el Vaticano. Para apoyar esta urgencia, las palabras del Papa».