Las nuevas generaciones de funcionarios públicos asumen los contextos de incertidumbre y violencia en los que crecieron, como alicientes para proponer proyectos innovadores y vinculados con las personas
Invitados por el Consejo Estudiantil de Representantes de la Licenciatura en Derecho, cuatro jóvenes en cargos públicos locales visitaron la Ibero Puebla para compartir algunas experiencias y reflexiones sobre el papel de las juventudes como sujetos políticos.
Valerie Bartsch Aburto creció en el restaurante de un hotel en Atlixco, propiedad de sus padres. En 2020, recibió la convocatoria de la actual alcaldesa de su municipio de origen, Ariadna Ayala Camarillo, para sumarse a su gabinete. “Creí en una mujer que podía ser líder”. Aunque es la más joven de su equipo, está convencida de que la administración atlixquense cree en el trabajo profesional de las nuevas generaciones.
De manera similar, Maricarmen Presa Ortega se convirtió en regidora del Ayuntamiento de Querétaro al ser convocada por el entonces candidato Luis Nava Guerrero para incorporarse a la campaña por la presidencia municipal. “No se trata nada más de levantar la mano, sino de presentar indicadores [para ser tomada en cuenta]”, aseguró la comunicóloga de 23 años.
No todos llegan a la política en condición de outsiders. Antes de convertirse en regidor del Ayuntamiento de Puebla, Leobardo Soto Enríquez estudió ingeniería mecatrónica con la intención de desmarcarse de un árbol genealógico lleno de funcionarios públicos. Según relató, su vena política se conjuntó con el instinto ingenieril de resolución de problemas y decidió incorporarse al trabajo sindical en favor de la gente joven de su entorno.
Los regidores coincidieron en que la política formaba parte de sus planes de vida, mas no necesariamente de sus intereses. Alejandro Gómez López tuvo el acercamiento definitivo con el servicio público en un mitin al que acudió en la adolescencia. “Los jóvenes tenemos que dar la pauta para cambiar la realidad”, aseguró el regidor del Ayuntamiento de San Pedro Cholula.
Al ser cuestionados sobre la importancia de tener familia en la política, Valerie Bartsch aseguró que las alianzas ciudadanas pueden llevar a una participación activa. La joven, responsable del despacho de turismo, destacó que existe una mayor apertura para que cualquier persona participe en los quehaceres públicos. “Dedíquense a hacer cosas para que volteen a verlos”, insistió Maricarmen Presa.
Los regidores panelistas también valoraron la importancia de contar con un equipo que respalde las ideas e iniciativas individuales. “Toma una causa social y hazla realidad; pelea por eso”, aconsejó Alejandro Gómez a los jóvenes abogados de la Ibero Puebla.
Los proyectos de participación juvenil en la política se han enfocado en acciones pedagógicas que permitan a los interesados involucrarse en el día a día de la administración pública. El equipo de Presa Ortega lanzó una convocatoria en la que, durante nueve meses, 60 jóvenes caminaron paso a paso por el extenso camino para implementar proyectos ciudadanos.
Mientras que las generaciones adultas tienden a aceptar la realidad, las juventudes la cuestionan. Bartsch Aburto aseguró que los jóvenes pueden aportar facilidades para que los gobiernos agilicen sus procesos. Al respecto, sumó Gómez López: “Nosotros [los jóvenes] somos muy buenos para adaptarnos a los cambios. […] Las soluciones las planteamos mucho más rápido porque crecimos así”.
El panel consideró fundamental encontrar un equilibrio entre la experiencia y trayectoria de los regidores de mayor edad; y la pericia e ideas innovadoras de la juventud. Leobardo Soto compartió que sus compañeros mayores que él han sido respetuosos con sus propuestas; en respuesta, él ha asumido su papel como novato en formación.
Las regidurías tienen la obligación de acercarse a la ciudadanía. Valerie Bartsch consideró que los funcionarios públicos deben convertirse en catalizadores del empoderamiento ciudadano. “Es responsabilidad de nosotros que se sientan con la confianza de acercarse a todos. […] Los que estamos aquí lo estamos gracias a la gente que cree en nosotros”.
Por su parte, Soto Enríquez señaló que la diversidad de opiniones y posturas es la punta de lanza para la construcción de proyectos. “Es fundamental en contacto con la gente. No podemos tomar decisiones desde el gobierno si no sabemos cuáles son las necesidades”.